La Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó un preocupante estudio sobre la situación laboral en el mundo. El informe titulado Observatorio de la OIT: COVID-19 y el mundo del trabajo vincula los retrocesos en las políticas de acceso y recuperación de empleo con la actual pandemia.
Según el observatorio, las disparidades económicas entre países ricos y pobres empeoraron las proyecciones de empleo realizadas a inicios de 2021. El organismo perteneciente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) apuntó a una pérdida de 100 millones de empleos a tiempo completo, o 3.5 % de horas trabajadas con respecto a 2019. Sin embargo, las circunstancias actuales confirman que para 2021 se habrán perdido 4.3 % de horas trabajadas. En otras palabras, se habrán perdido 125 millones de empleos a tiempo completo.
La cifra es consecuencia de un cambio estructural en el empleo. Específicamente, la OIT manifestó que las pequeñas empresas sufrieron un mayor impacto negativo por la pandemia, al ser más afectados por las restricciones y tener menos acceso a programas de ayuda. Igualmente, diversos empleos requerían trabajo presencial, el cual no se pudo dar debido a la transmisión del virus, generando etapas prolongadas de inactividad al igual que desempleo por la quiebra de compañías.
INFÓRMATE AQUÍ: Periodista y colaborador de Leopoldo López cumple un año preso sin que se inicie un juicio
Las disparidades mundiales
El organismo internacional manifestó la diferenciada evolución de la pandemia entre las economías más ricas frente a las más pobres. Los países de ingresos altos registraron una recuperación más sólida, aunque con una rebaja en la cantidad de horas de trabajo de 3.6 % respecto a 2019.
Respecto a los países de ingresos bajos o medios bajos, la recuperación encuentra numerosos obstáculos. Algunos de estos son el proceso de vacunación y los incentivos fiscales limitados. Además, en los países de renta baja las horas trabajadas retrocedieron un 5.7 % durante el tercer trimestre de 2021. Mientras que en los de media baja la pérdida fue de un 7.4 %.
Otra de las disparidades serían los procesos de vacunación. El acceso a las vacunas conforma uno de los incentivos laborales más importantes dentro de la pandemia. De acuerdo al estudio, por cada 14 personas completamente vacunadas durante el segundo trimestre de 2021 se añadió un puesto de trabajo a tiempo completo a nivel mundial.
LEE TAMBIÉN: Taiwán y el posible fin de la diplomacia del ping pong
«Sin vacunas, la pérdida de horas de trabajo a nivel mundial se habría situado en el 6% en el segundo trimestre de 2021, y no en el 4.8% que alcanzó. Sin embargo, la notable desigualdad de la distribución de las vacunas se refleja en un efecto positivo mayor en los países de ingreso alto, insignificante en los de ingreso mediano-bajo y casi nulo en los de ingreso bajo».
Organización Internacional del Trabajo
El informe destacó que los desequilibrios pueden contrarrestarse aumentando el nivel de solidaridad en la repartición de vacunas. También, mencionó que, de igualar el acceso a inmunizaciones entre países ricos y pobres, la recuperación laboral se equipararían entre ambos grupos en poco más de un trimestre.
¡NO TE PIERDAS!: OMS: 180 000 trabajadores sanitarios habrían muerto a causa del COVID-19
El impacto en América Latina
La OIT incluyó un análisis regional de la disminución de horas trabajadas respecto a 2019. Europa y Asia registraron un descenso de 2.5 %, mientras que Asia y el Pacífico 4. 6%. Los porcentajes más bajos fueron obtenidos por África, América y los Estados Árabes, con retrocesos de 5.6 %, 5.4 % y 6.5 % respectivamente.
Específicamente, América Latina y el Caribe registró una variación de la producción por hora de trabajo de 9.2 % en 2020. Ello como consecuencia inmediata de la pandemia. En un reporte publicado en junio de este año, la OIT proyectó un incremento de 7 millones de empleos a tiempo completo respecto a 2020 en la región. Igualmente, previó una cifra de empleos de 295 millones, 20 millones más que 2021.
En ese sentido, la OIT reporta un futuro alentador para América Latina. Sin embargo, sostiene que los problemas estructurales como las disparidades económicas, la creciente informalidad y el proceso de vacunación complejizarán la recuperación laboral.