Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, aseguró que su Gobierno ha encontrada una «enorme cantidad de pruebas» que dan indicios de que el Covid-19 se originó en un laboratorio de Wuhan (China). Esto ha sido negado en múltiples ocasiones por los líderes del régimen comunista chino.
Según el funcionario estadounidense, China «hizo todo lo posible para asegurarse de que el mundo no se enterara a tiempo» de la existencia del Coronavirus. «Fue un clásico esfuerzo de desinformación comunista», agregó.
En otro momento, aseguró que el Gobierno de Estados Unidos buscará que el régimen comunista chino de Xi Jinping se haga responsable de los estragos causados en el mundo por la pandemia.
Cabe recordar que este sábado se develó un informe de la alianza de agencias de inteligencia «Five Eyes», la cual está compuesta por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda y Australia. La información del documento apunta a que el gobierno chino habría ocultado información al mundo.
El documento de investigación confirma lo declarado por Pompeo, pues se habrían encontrado pruebas de que el virus se originó en el Instituto de Virología de Wuhan, el cual está localizado cerca del mercado del cual China asegura proviene.
El trabajo indica que los investigadores chinos de virus relacionados con murciélagos estudiaron una uestra que tendría una coincidencia genética del 96% con el Covid-19 en el 2013 y este experimento determinó en 2015 que la enfermedad viral era transmisible de murciélagos a humanos.
Tensión en Corea
Por otro lado, Pompeo se pronunció respecto al intercambio de disparos entre Corea del Sur y Corea del Norte. El diplomático consideró que los disparos fueron «accidentales». «Un puñado de disparos llegaron (a Corea del Sur) desde el Norte, creemos que fueron accidentales. Los surcoreanos dispararon de vuelta. No hubo muertes en ningún bando», sostuvo.
Los hechos ocurrieron un día después de que los medios estatales de Corea del Norte afirmaran que el dictador Kim Jong-un había reaparecido en público después de tres semanas de ausencia inexplicada que desataron conjeturas sobre su estado de salud.
Pompeo no informó sobre si EEUU tiene conocimiento sobre los destalles de esa ausencia. “Hemos visto las mismas imágenes de ayer que vio el resto del mundo. Parece que el presidente Kim está vivo y bien”, dijo y agregó: “Nuestra misión sigue siendo la misma, convencer a los norcoreanos de abandonar sus armas nucleares y crear un futuro más promisorio para el pueblo norcoreano”.