Anoche se registró un conflicto fronterizo en el Himalaya entre las tropas chinas e indias. El conflicto ocurrió en una zona en disputa donde los soldados de ambas naciones tienen prohibido utilizar armas de fuego.
Tras cuarenta y cinco años de «relativa tranquilidad», los acuerdos diplomáticos entre las dos naciones sobre las áreas en disputa se tornaron disidentes. Esto tras confirmarse el asesinato de tres soldados indios, la subsecuente muerte de otros 17 soldados que resultaron heridos en el combate, y la muerte o heridos de gravedad de al menos 43 soldados chinos.
El incidente tuvo su origen en una reunión conjunta que tenía la finalidad de determinar cómo ambos bandos militares podrían distribuir pacíficamente sus presencias en la región. Esta junta se tornó tensa y resultó en una confrontación física que involucró porras y cuchillos. Los medios periodísticos de la India señalaron que las muertes fueron aceleradas por las duras condiciones geográficas, las temperaturas bajo cero y el hecho de estar a más de 4,000 m.s.n.m.
Un coronel del ejército Indio señaló en una entrevista que las muertes «fueron el resultado de un intento del bando chino de cambiar unilateralmente el status quo de la región».
La indignación del pueblo hindú por las muertes de sus soldados provocó la organización de protestas donde se quemaron distintivos nacionales chinos, banderas e imágenes del presidente de China, Xi Jinping.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la R.P. China, quien hace unos meses fue objeto de controversia por sugerir públicamente que el ejército estadounidense fue culpable del brote del covid-19, salió a brindar declaraciones en una conferencia de prensa.
«Estamos pidiendo rigurosamente (al gobierno de India) que se guíe con seriedad por los acuerdos y contenga estrictamente sus tropas fronterizas. No deben alterar el orden. Y no deben adoptar medidas unilaterales que compliquen la situación en la frontera».
Portavoz chino de Exteriores, Zhao Lijan.
Según fuentes norteamericanas, Beijing está «incrementando valientemente sus ambiciones territoriales en los últimos meses», tras superar gran parte de la pandemia del covid-19. Mientras que, los lazos económicos entre la administración de Trump con el gobierno indio, se hicieron visibles en febrero con la bienvenida que le dio el primer ministro Narendra Modi al mandatario estadounidense.
«La administración de Trump ve a India como el campo de batalla para su propia rivalidad económica con China».
Paul D. Shinkman, U.S. National Security Correspondent.
La guerra entre China e India terminó cuando se declaró un alto al fuego el 20 de noviembre de 1962. Luego de la muerte de 11 mil personas, los esfuerzos diplomáticos y militares por mantener el orden fueron contrastados por algunos altercados que continuaron provocando asesinatos entre ambas naciones hasta el año 1975.
Los conflictos por la línea MacMahon datan desde hace más de 100 años. Hasta el día de hoy no se ha reconocido un pacto que establezca con seguridad cuántos kilómetros cuadrados le corresponden a cada país.