En la noche del viernes 22 de marzo, cuatro personas vestidas con trajes de camuflaje abrieron fuego en el auditorio municipal de Crocus, al noroeste de la capital de Rusia. Se calcula, que durante el momento del ataque, unas 6.200 personas se encontraban en el recinto, ya que ese es el número de entradas vendidas para el concierto del conocido grupo de rock ruso Picnic.
Según el último balance provisorio brindado por el Servicio Federal de Seguridad (FSB), hubieron más de 130 fallecidos y mas de 140 heridos. Asimismo, informaron que han tenido que hospitalizar a más de una veintena de heridos, encontrándose varios de ellos en estado grave.
Diversos testigos del ataque brindaron declaraciones a los medios rusos sobre lo ocurrido: «Escuchamos disparos, al principio no sabíamos lo que pasó. Luego vi a algunos terroristas disparando a la gente», relató un hombre llamado Vitaly, que estaba en un palco del recinto cuando oyó disparos. «Lanzaron varios cócteles molotov, todo empezó a arder. Fuimos conducidos a una salida», agregó.
Otro testigo explicó que varios de los asistentes se encontraban en el lugar debido a una competencia de baile. «En la competencia había niños y jóvenes. Vino gente y dijo que había disparos. Se produjo una aglomeración. Los niños salían corriendo con sus trajes de baile», declaró.
ISIS se declara responsable del ataque
El grupo Estado Islámico, también conocido como ISIS, difundió este sábado una imagen que supuestamente muestra a los cuatro individuos que perpetraron el ataque al complejo Crocus City cerca de Moscú el viernes. Sin embargo, la imagen, publicada por la agencia Amaq, afiliada a ISIS, no revela la identidad de ninguno de los hombres. Todos los individuos llevan pasamontañas y el resto de sus rostros aparecen borrosos.
ISIS describió el ataque como el «más feroz en años», según la traducción de un mensaje realizada por el SITE Intelligence Group, agencia que monitorea la propaganda de los grupos terroristas. Amaq proporcionó detalles del ataque, indicando que tres combatientes atacaron a la multitud reunida en el lugar con armas de fuego y cuchillos, mientras que el cuarto lanzó artefactos incendiarios.
Afirmaron que una intensa operación de vigilancia del lugar había precedido al atentado. Además, añadieron que «el ataque ocurre en el contexto normal de la guerra encarnizada entre el Estado Islámico y los países que luchan contra el Islam», según la traducción de SITE.
Sin embargo, los ataques en territorio ruso perpetrados por el Estado Islámico (EI) no son una novedad. Desde 2015, este grupo yihadista ha comenzado a reclamar responsabilidad por acciones en Rusia, algunas de las cuales no han provocado víctimas, mientras que otras han resultado en la pérdida de varias vidas. Por ejemplo, en 2017, una explosión en un edificio residencial en los Urales causó la muerte de 39 personas.
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Ucrania niega relación alguna con el atentado
Debido a algunas acusaciones surgidas durante las declaraciones del presidente Vladimir Putin, en las cuales señalaba que los atacantes se encontraban dispuestos a huir a través de Ucrania, Mijailo Podoliak, consejero del presidente ucraniano, negó cualquier implicación en la masacre que se ha cobrado decenas de vidas en la capital rusa.
«Por supuesto que Ucrania no tiene nada que ver con el tiroteo o las explosiones”, escribió Podoliak en sus redes sociales. El consejero presidencial agregó que «Ucrania nunca ha recurrido a métodos terroristas” para combatir a Rusia, y afirmó que ha sido «la propia Rusia” la que en otras ocasiones «ha atacado a sus propios ciudadanos para iniciar ‘acciones antiterroristas’ contra grupos étnicos que protestaban”.
Así mismo, Podoliak se mostró convencido de que «los acontecimientos” que se están produciendo en Moscú «contribuirán a un incremento abrupto de la propaganda militar, a una militarización acelerada, a la expansión de la movilización” militar en Rusia y «a una escalada” de la agresión militar a Ucrania.
Por su parte, Estados Unidos afirmó que no hay indicios de que Ucrania haya participado en el «horrible» atentado. Durante una rueda de prensa, uno de los portavoces de la Casa Blanca, John Kirby, explicó que Estados Unidos aún está recopilando información sobre el suceso, pero dijo que «por el momento no hay indicación alguna de que Ucrania o ciudadanos ucranianos estén involucrados».