El pasado miércoles 27 de marzo, el presidente argentino, Javier Milei, ordenó el envío de militares de la Gendarmería Nacional, equivalente a una Guardia Nacional, a Caracas. Esta acción tiene el propósito de resguardar la sede diplomática, la cual está siendo objeto de acoso por parte del gobierno de Nicolás Maduro, debido a la acogida a líderes de la oposición venezolana que están siendo perseguidos.
La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, en colaboración con la canciller Diana Mondino, tomó esta decisión después de que las autoridades argentinas denunciaran una interrupción en el suministro eléctrico en la Embajada. Esto ocurrió luego de que la Embajada albergara a los opositores en las horas previas al cierre del registro de candidaturas.
Hasta el momento, tanto la embajada argentina como la residencia oficial están bajo la custodia de la Guardia Nacional Bolivariana al servicio del régimen de Maduro. Por este motivo, uno de los gendarmes enviados se apostará frente al edificio en en Caracas, y el otro se encargará de custodiar la residencia oficial del representante diplomático argentino.
La tensión entre ambas naciones crece
La medida adoptada por el gobierno argentino se produce en un momento de creciente tensión entre las administraciones de Milei y Maduro. La administración del Presidente argentino ha estado presentando denuncias contra la dictadura venezolana en foros internacionales. Por ejemplo, el embajador argentino ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Carlos Foradori, advirtió sobre la represión de Maduro contra opositores el pasado 20 de marzo en Ginebra.
«La Argentina expresa su profunda preocupación por el agravamiento de la situación de derechos humanos en Venezuela, en especial las detenciones arbitrarias, el acoso y amenazas a los opositores políticos y la censura a la prensa y las restricciones a las ONG (Organizaciones No Gubernamentales)”, enfatizó Foradori durante su presentación ante el Consejo de Derechos Humanos que sesionó en Ginebra.
Los pronunciamientos de las autoridades argentinas han generado que el gobierno venezolano se plantee la opción de tomar represalias. Por ejemplo, la ley que prohíbe a los aviones de bandera argentina circular por el espacio aéreo venezolano, lo cual se presenta como un severo obstáculo en las rutas de las aerolíneas argentinas que se dirigen hacia el caribe.
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Una lucha contra la oposición
Venezuela se encuentra en pleno proceso electoral, lo cual explica las crecientes tensiones y la búsqueda de reprimir a los opositores. Corina Machado ganó las primarias opositoras y los líderes la nominaron como candidata para las elecciones, pero el sistema judicial venezolano la descalificó. En ese momento, los líderes seleccionaron a Corina Yoris como la nueva candidata disidente, sin embargo, el proceso de registro de candidatos no permitió su inscripción.
Tras las acusaciones de la oposición de que el gobierno de Maduro había obstruido la candidatura de la Plataforma Unitaria Democrática, la autoridad electoral confirmó que Eduardo González Urrutia se había registrado como candidato de Mesa de la Unidad Democrática, que se incorporó a la PUD, después de una extensión debido a las denuncias de irregularidades.
“Alerto a los venezolanos y al mundo de la maniobra en marcha para impedir la inscripción en el CNE de la candidata de toda la unidad democrática de Venezuela, Corina Yoris”, denunció en su cuenta de X María Corina Machado. De la misma manera, la Presidencia argentina manifestó su “inquietud ante el deterioro de la situación institucional y los actos de hostigamiento y persecución dirigidos contra figuras políticas de Venezuela”, en el marco de un calendario electoral diseñado a la medida de la dictadura.