Durante los últimos días, el precio del barril de petróleo, uno de los principales combustibles a nivel mundial, se había desplomado principalmente por la amenaza de la variante Omicron. Esto provocó que los inversores reaccionaran negativamente por temor a afectar la creciente demanda. Pese a esto, el precio por barril se recuperó ligeramente aunque sin estar encima de los máximos crecientes.
La previsión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no cambiará pese a la externalidad provocada por la nueva variante. Christyan Malek, jefe de investigación de petroleo y gas de JPMorgan y autor del último informe de proyección, destacó lo siguiente.
La variante Omicron no cambiará la previsión de la OPEP, solo buscan excusas tomarse un respiro. […] No tienen los barriles, es un espejisimo.
Christyan Malek, jefe de investigación de petroleo y gas de JPMorgan
La capacidad excedentaria real (la cual indica cuantos barribles pueden añadirse rapidamente al mercado) se situa en 2, cifra menor a la mitad de lo que se supone en Wall Street. Entre 1995 y 2020 esta capacidad representó 14% del total y actualmente se ubica en 4%. Según el informe de JPMorgan, cuando esto sucede los precios del petróleo suelen dispararse.
La proyección del banco ubica al barril hasta los 88US$ por barril pero apunta que el proximo año esta llegará hasta 125. Para el año siguiente, unica los máximos en 150. Cabe resaltar que el Brent es de 73,50US$. Estos incrementos se traducirían en precio de hasta 5 dólares por galón, en comparación a los 3.39 actuales.
El Banco de Wall Street estima un deficit de 750 mil millones de dólares en términos de gasto de capital petrolero mundial, lo que requiere que el petróleo suba a 80 dólares por barril para incentivar las inversiones. Esto significa que la oferta mundial de petróleo (sin considerar shocks externos) se mantiene baja, presionando al alza la demanda por reactivación económica. No tener el suficiente suministro y gastar en costosos proyectos de perforación así como de transición energética limita la inversión hasta cumplir ciertas condiciones. Esto podría impactar en el costo de los combustibles a nivel mundial.
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Las consecuencias en el país
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Los derivados del petróleo que se ubican en el país son Gasohol, Diésel , Residual y GLP. Pese a que el propio crudo del Perú no es suficiente para la actividad económica. Según el ex Ministro de Energía y Minas Jaime Gálvez Delgado, el Perú importa el 56% del diésel que se utiliza en la industria y el transporte, y por ello el precio del combustible está influenciado por la volatilidad de los precios en el mercado internacional. Eso explica el gran impacto del costo de energía en el país a raíz de la pandemia y el efecto rebote. Asímsimo otros combustibles pasan por la misma situación.
La última semana Osinergmin publicó los últimos precios referenciales de derivados del petróleo, influenciados generalmente por la amenaza de la variante del virus Covid. El precio del Gasohol 84 en el tablero de Osinergmin pasó de S/9,22 a S/8,21; el Gasohol de 90, de S/9,78 a S/9,34; entre otros. Por su parte, el Diésel B5 pasó de costar S/10,22 a S/9,67, y el GLP de referencia internacional pasó de S/3,14 a S/2,93, teniendo un impacto de S/0,26 en el mercado local, incluido impuestos.
Los efectos de los Fondos de Estabilización no se incluyen por supuesto. Si bien existe un lapso de adaptación entre la publicación de los precios referenciales y el de las propias gasolineras, hay que estar atentos al panorama internacional. Las proyecciones tardan en afectarse, y aunque los precios bajen momentáneamente; si la proyección no se modificase, la inflación producida por los precios referenciales afectarán el costo de energía (por transporte y combustibles) a nivel nacional.