Desde que Ramón Díaz dejó Mendoza en 2014 como campeón nacional, al River Plate de Marcelo Gallardo le ha costado más de un lustro volver a levantar el torneo de la regularidad. Sorprende ello a pesar de su éxito continental, las grandes figuras que han vestido su camiseta y la identidad que los caracteriza. No obstante, tras muchos debacles, éxitos y renovaciones, el equipo de Mendoza finalmente lo logró. Un camino largo y performance correcto definen su estrella número 37.
Estela incomparable
Pese a no comenzar de la forma tan voraz con la que acaba el campeonato argentino (solo 3 victorias en las primeras 7 fechas), River terminó por dejar en el camino a todos sus rivales. Solo Talleres –ex equipo de Miguel Araujo- fue capaz de competir con la marcha de los ‘millonarios’. No obstante, justo cuando los de Córdoba se hacían con el liderato, a finales de agosto, ‘La Banda’ despegó. Deshaciéndose de su eterno rival, Boca Juniors, y de la propia ‘T’ casi al mismo tiempo, amarraron un liderato del cual nadie le pudo bajar. La goleada a Racing (4-0) acabó siendo la guinda a un gran trayecto.
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Expertos en las áreas
Dicen que la clave del fútbol está en las áreas y, pues, River es la enésima prueba de ello. El más ganador del ‘fútbol che’ (50 entorchados nacionales), a falta de dos compromisos para acabar la liga, apenas perdió dos partidos. Finaliza como el club que menos goles recibió (15) y más anotó (50). Y culpa de esa efectividad se basa en dos duplas claves: Héctor Hernández y Paulo Díaz en la zaga, y Julián Álvarez y Agustín Palavecino llevando peligro arriba.
La dureza del canterano ‘millonario’ (el que más despeja) y la presencia del chileno (más intercepciones) casi no han dado opción a sus oponentes. Pero no solo protegiendo a Armani han brillado, ya que también han sido vitales al momento de iniciar las acciones ofensivas de River. El paraguayo, por lo menos, es el zaguero con mayor precisión de pases por partido (83%) y el ex San Lorenzo, el cuarto (84%). Por si fuera poco, cuando había que simplificar acciones, ambos tuvieron un promedio de 11 balones largos por encuentro. Vital para activar a la letal delantera.
En esa parcela, el nombre de Julián Álvarez ha brillado sobradamente. El ‘niño maravilla’ ha explotado para convertirse en un ‘hombre gol’ y el mejor jugador del año. Goleador del torneo (17), máximo asistente (6) y jugador con mejor promedio anotador por duelo (85 minutos), la ‘araña’ lo dio todo para ser campeón. De la misma forma que Palavecino, que se hizo indiscutible en la recta final luego de la victoria en el ‘Superclásico’. Su determinación en el último tercio (4 tantos y 6 pases de gol) dieron puntos clave a su equipo en los encuentros determinantes.
Capacidad para reconstruirse
En este aspecto, quedó demostrado que, en Sudamérica, no hay equipo más resiliente que River. Una gran cantidad de pilares se han despedido del Monumental (Carlos Sánchez, Barovero, Alario, Santos Borré, Palacios, Quintero, etc.) y siempre sus sustitutos, al tiempo, han dado la talla. El actual plantel, una mezcla entre veteranos que han luchado mil batallas, promesas que aprendieron de sus predecesores y futbolistas con experiencia para dar el salto, mantiene el sobresaliente nivel.
Entre líneas, un gran manejo de la inversión recaudada por ventas (3.139 millones de euros, según Transfermarkt) y la oportunidad a su academia que han rendido sus frutos. A todo ello, hay que agregar las experiencias pasadas, algunas más frustrantes que otras. Tal ejemplo puede ser la temporada anterior, cuando Boca Junior les arrebató el título en la última fecha, donde los capitalinos dependían de sí mismos. En esa lucha interna por mantener la consistencia que siempre les costó en la liga (En la Libertadores es otra historia), al final entendieron que no deben soltar el acelerador.
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Un ‘general’ al mando
Y, claro, como no podía ser de otra, Marcelo Gallardo vuelve a llevarse todos los focos. Suyo es este River Plate campeón liguero, sin discusión. Levantó a un equipo que se quedó con la miel entre los labios en los torneos importantes (Libertadores y Liga Profesional 2020) y lo llevó a tocar la gloria. Una más, si añadimos los otros 12 que ya suma en su palmarés (2 Libertadores, 1 Sudamericana, 3 Recopas, 1 Suruga Bank, 3 Copa Argentina y 2 Supercopas). Crítico consigo mismo, ya tiene en su cartera el único título que le faltaba.
Constantes reinventos, estrellas que se marchan y la alta competitividad del día a día, el ‘Muñeco’ sigue sin dejar de sorprender. A siete años de su llegada, Gallardo instauró en River un gen competitivo difícil de igualar. De hecho, su marcha es más posible que nunca. “Merezco la oportunidad de replantearme qué hacer, le he dado todo a este club”, señaló en la celebración del éxito obtenido. Sea en Europa o en la Uruguay (según últimos rumores), él ha construido historia tanto en Argentina como en el continente. El ‘general’ por fin llevo a su ejército a ser monarca en su tierra.