En la entrega de los premios The Best, el polaco Marcin Olesky ganó el premio al mejor gol, el denominado Premio Puskás. Su premiación ha sido una sorpresa para muchos, ya que, a comparación de otros nominados como Richarlison y su gol de volea a Serbia, en el mundial, Marcin anotó un tanto diferente al de los demás: un gol con muletas.
El gol fue marcado en la Liga Polaca de Fútbol, el 6 de noviembre, cuando se disputaba un encuentro entre Stal Rzeszów y Warta Poznan. Tras un centro de Dawid Novak, Marcin realizó una pirueta en el aire apoyándose con sus muletas para poder sacar un tiro desde el aire hasta al arco y marcar el galardonado tanto.
Dentro de la historia de la FIFA, nunca antes se vio algo similar. La federación nunca otorgó este premio a un futbolista con estas condiciones, por lo que nos demuestra que este reconocimiento va más allá de un mejor gol. Se trata también de tener una buena historia.
Marcin, antes de utilizar muletas, era un aficionado al fútbol. Era arquero, pero nunca tuvo la suerte de destacar profesionalmente en este deporte. Por ello, decidió dedicarse al oficio de obras viales. En este trabajo, en el 2010, sufrió un terrible accidente: una máquina aplastó una de sus piernas, lo que povoco que la perdiera, al tener que ser amputada debido a la gravedad del caso y el gran peso de esta máquina.
Tras este lamentable incidente, estuvo por un par de años en sillas de ruedas y, posteriormente, pasó a usar una prótesis junto con unas muletas, las cuales lo convirtieron en un jugador con diferente posición. Pasó de ser arquero a un buen delantero y empezó a jugar profesionalmente.
Hoy en día, también es considerado por la selección de fútbol de su país y vive uno de los mejores momentos de su carrera al recibir un premio que valora todo el esfuerzo y todo lo que tuvo que hacer para poder seguir adelante. Marcin tiene más que merecido este reconocimiento. El mejor gol con la mejor historia.