Sin peros. Sin tormentas. Sin pasos atrás. En 24 horas, podemos volver al temblor de ese gol de Guerrero a Colombia hace cinco años. De ese gol de Farfán para sellar el boleto a Rusia. En 24 horas, el boomerang puede volar sobre el coloso de Jose Díaz viendo cómo la blanquirroja muestra su mejor versión. En 24 horas, Perú deberá tocar la mejor música y demostrar una sola verdad: los ganadores no ponen excusas y siguen adelante. El concierto es mañana y el escenario espera a los dirigidos del “Tigre” Gareca rugiendo de pasión y color ante un Paraguay de mucho coraje.
Las mareas subieron hasta la cólera de cada uno de nosotros con los dardos de un VAR en más dudas que aciertos, bajo la cortina de la tecnología, a la que no le da su brazo a torcer el mismo creador, Antonio de Alba, de la herramienta. Pero es libro de páginas muertas hoy. Es un cigarro consumado, uno que da paso a la brisa más electrizante mañana ante un conjunto con el que estadísticamente tenemos ventaja: cinco victorias y dos empates. Tickets agotados. Un estadio Nacional lleno. Banderazos a todo pulmón. ¿Cómo saltar no será un placer con un plantel empapado en más de 30 millones de peruanos alentándolos?
Las interminable avenida Paseo de la República será una vez más la alfombra roja para la “12”. Cada hincha querrá sumarse a la fiesta llamada fútbol en su hora más soñada. De cara al mundial pasado, caminando por esa misma pista, el tercer partido de Gareca con la selección llegaba en el carril más accidentado. Dos partidos perdidos ante Chile y Colombia en las primeras páginas del camino a Rusia, eran motivo de dardos de desaliento para Gareca. Esa noche, el 14 de noviembre del 2015, estallamos con la primera victoria del “Tigre” en eliminatorias ante Paraguay. Siete años después, ganarles podrá ser el viaje más inolvidable y el asfalto sufrirá la vibración de un pueblo que no deja de soñar.
Estadísticas fuera y frialdad en el verde, mañana no hay cadenas que nos aten. No hay miradas en colores amarillos ni rojos. Colombia y Chile esperan un tropiezo de la bicolor para trepar al quinto lugar y desplazarnos. Pero el show va a comenzar con once guerreros queriendo dar el mejor show a su país. Cuando pensaron que el ayer había enterrado la mística futbolera, Perú silenció a sus críticos para luchar un cupo mundialista otra vez. Del fondo de la tabla, a una quinta casilla. ¿Hazañas?, no. Porque no es la primera vez que este grupo quiere cerrar un espectáculo de gala haciéndonos gritar su mejor canción: el electrizante gol. En 24 horas, la victoria es la ventana para seguir corriendo hacia Catar, pero Lima, debe ver a su equipo celebrar la gloria en el verde. Todo el país, a hacer su tarea: ser la mejor hinchada y alentar a los reyes en su batalla final.