Lee Browne, ex jefe de la unidad técnica de la Federación Peruana de Tenis, alejarse de las canchas no fue fácil. El deporte se vive al aire libre y es una lucha de trabajo colectivo; sin embargo, sus pupilos respondieron muy bien. Uno de ellos es Juan Pablo Varillas, semifinalista del Challenger de Santiago.
¿Cómo es que conoces a Juan Pablo? ¿Le viste condiciones desde chico?
Yo trabajaba formando proyectos de tenis en la federación de Perú y me desempeñaba de director nacional. Conocí a “Juanpi” en el Lima Cricket a los 8 años. Me hablaron bien de él. Fue así que llegó a mi academia como un chico más, sin ninguna expectativa, pero su disciplina en el trabajo hizo que se den las cosas progresivamente.
¿Cómo lo has apoyado en los retos que ha ido afrontando?
Nos comunicamos casi siempre, en especial en los torneos. Hablamos tanto de táctica y técnica, tan solo cuando me lo pide. Hoy ya hablamos de muchas cosas como buenos amigos. Él ha mencionado que soy como su segundo papá en este deporte; sin embargo, Juanpi ha tenido suerte en sus verdaderos padres. Nunca lo presionaron y los han apoyado de la mejor manera.
¿Qué logros tuviste en el Perú a pesar de ser chileno? ¿Qué te motivó a representarnos?
Yo llego a Perú como entrenador. El presidente del Club Terrazas al finalizar una competición me ofreció quedarme y al ver todas las condiciones no lo pensé dos veces. Los proyectos que tenía en mente me motivaron. Me hubiera gustado sí que se de en Chile, pero yo buscaba desarrollo. En el tenis, uno se representa así mismo, solo en una Copa Davies u Olimpiadas se involucra el tema de la nacionalidad. Estoy contento de haber seguido mi carrera aquí.
Así como a Juan Pablo, ¿Qué crees que hace falta para formar a más talentos?
En la medida en que referentes se involucren será mejor. El tenis ya no es tan caro como la gente piensa. Los clubes son un poco egoístas, si no eres socio no puedes jugar y los espacios no es que sean muchos. Mientras estuve en la federación fomentamos el tenis en los colegios y dio muy buenos resultados. Lamentablemente, eso se fue diluyendo. La ITS tiene programas que regalan raquetas, entonces no es tan difícil. Hay que tener la voluntad. La mezcla genética peruana es muy buena y podrían venir muchos y muchas representantes buenos para el Perú.