Uno más al podio. Estados Unidos se unió a la élite conformada por Italia y Argentina al consagrarse ayer campeón del torneo de selecciones de la Concacaf. Con este trofeo, los estadounidenses suman su séptima estrella en este tipo de competiciones y se ponen a cuatro de igualar a México que es el que más tiene con once y al que le arrebató la copa el día de ayer.
El camino recorrido
Los campeones se ubicaron primeros en su grupo tras superar a las selecciones de Haití, Martinica y Canadá. En los cuartos de final se impusieron 1-0 a Jamaica, resultado que se repitió en la semifinal, pero esta vez ante Qatar. Por su parte, México se ubicó también primero en su grupo, dejando atrás a El Salvador, Trinidad y Tobago y Guatemala. En los cuartos se midió con Honduras, al que superó por 3-0. Venció a Canadá en la semifinal por 2 goles a 1. Resultado que le valió para clasificar a la final y enfrentarse a Estados Unidos.
El clásico para definir
Al mismo estilo de la Copa América, la final de la Copa Oro tenía que ser también un enfrentamiento clásico. El partido empezó y los dos equipos mostraron sus mejores armas. El primer aviso lo dio México con un cabezazo del nacionalizado Rogelio Funes Mori que el arquero Turner sacó bien con una impresionante volada. Ambos equipos seguían acechando el arco rival, pero las defensas estuvieron solidas. El encuentro se fue alargó y la paridad continuaba. Cuando todo indicaba que íbamos a tener lanzamientos desde los 12 pasos apareció Robinson para capitalizar un tiro libre y romper la paridad a falta de 3 minutos para que acabe el encuentro. Furor total en Las Vegas y una nueva estrella para Estados Unidos.