Jugaron para los celestes. Pese a caer goleado por 3-0 en su visita a Sao Paulo, los dirigidos por Roberto Mosquera pusieron su nombre en la siguiente fase de la Copa Sudamericana. Esto debido a que el rival que los perseguía no logró un buen resultado en el otro partido que se jugaba en simultáneo para definir la suerte del grupo E de la Copa Libertadores.
De verdugo a salvador
Cilindro de Avellaneda, minuto 83. “Lolo” Miranda mete un balón que Tomás Chancalay conecta con un cabezazo para vencer la portería de Duarte y decretar el 2-1 definitivo con el que Racing superaría a Cristal. Vámonos al Nacional de Lima. Partido de vuelta. Nuevamente el hombre que rompe la paridad con un tiro de media vuelta fue Tomás Chancalay. El argentino se había encargado de romper los corazones rimenses hasta en dos ocasiones, pero como esto es fútbol, todo da vueltas.
Rentistas visitaba en Buenos Aires a Racing con la ilusión de esperar un mal resultado de Cristal, que se dio, y poder obtener su clasificación a la Sudamericana. Bastaron 14 minutos para que los hinchas celestes pasaran de odiar a querer a Tomás Chancalay. El delantero puso el primero del partido, con lo que el conjunto uruguayo se veía obligado a voltear el partido para lograr su objetivo. Con la derrota transitoria de Cristal, el panorama era más esperanzador para los charrúas: el empate bastaba. Esas esperanzas fueron exterminadas por el ahora salvador del Rímac cuando completó su triplete en los minutos 50 y 69. La goleada de Racing hizo que el pésimo resultado peruano en Sao Paulo quede sin efecto y se logre ir a la Sudamericana.
Solo faltas tU
Con Cristal ya dentro, el otro equipo que se le puede sumar a la lista de los terceros del grupo es Universitario de Deportes. El jueves visitan a Palmeiras en Brasil, y la consigna es sumar. Lo malo es que no dependen de ellos, ya que, de ganar Independiente del Valle, se quedarían con las manos vacías. Los de Comizzo le tienen que prender velas a Defensa y Justicia para que le ganen a los ecuatorianos y por su parte sumar, aunque sea de a uno en tierras cariocas.