Lo que comenzó como una noticia esporádica ha terminado por hacerse realidad. Dani Alves, el futbolista con más títulos de todos los tiempos (43 entorchados), retorna al Barcelona seis años después. Mucho ha pasado desde entonces y, así como su amigo y ahora entrenador, Xavi Hernández, debe ayudar a reconducir la dura situación del equipo culé. Dejó una institución campeona de todo y ahora se adentra en un nuevo capítulo decidido de retomar la senda ganadora que han perdido en Catalunya.
¿Cómo se concretó el acuerdo?
Una vez finalizada su etapa en el Sao Paulo, el diario ‘Esport3’ hizo eco que Alves se ofreció al Barcelona a mediados de octubre. Enseguida, desde España, todos los medios daban por nulo llegar el acuerdo. Incluso el propio jugador anunció en sus redes que no ficharía por ningún club hasta finales de este año. No obstante, todo cambió cuando el futbolista asistió al partido del conjunto blaugrana contra el Dinamo Kiev por la Champions League hace unas semanas. «Es un honor volver al Camp Nou. Tantas cosas maravillosas hemos vivido aquí», dijo para la televisión oficial del club. Un enigmático mensaje que escondía detrás las conversaciones que mantenía con sus representantes para trazar su vuelta.
Fue recién el pasado miércoles cuando el medio ‘UOL’ se enteró de que los directivos del Barcelona y Alves iban a tener una reunión de cara a un posible acuerdo. «Hay acercamientos, pero aún quedan por conocer detalles para alcanzar un trato», se leía en el portal brasileño. Y esos últimos puntos los terminó por resolver Xavi. El recién nombrado entrenador -que ahora cuenta con poderes en toda la parcela deportiva- ha sido el gran valedor del fichaje, como aseguran en ‘Sport’. Apenas le llegó la noticia, evaluó la operación en relación a su equipo (necesitado de un lateral derecho y sin capacidad financiera para contratar) y lo que quedaba de campaña, y terminó por aprobarla.
Ello a pesar de las dudas en torno del presidente, Joan Laporta. Aunque sin más remedio tuvo que aceptar al concederle a Xavi -su apuesta personal- poderes como manager general culé y también prometerle fichajes. Así las cosas, Alves estampó su firma este viernes por lo que resta de temporada (con posibilidad de extenderlo hasta 2023) y se incorporará a los entrenamientos la próxima semana. Sin embargo, el lateral no podrá debutar sino hasta enero debido a que los plazos de inscripción en LaLiga cerraron en septiembre. Eso sí, esta adquisición va a acorde al panorama actual del club: refuerzo con rendimiento instantáneo, experiencia y, principalmente, sin coste que pese en las cuentas. Todo perfecto para ambas partes.
¿Qué puede aportar a los culés?
Ahora con el sudamericano como parte de la plantilla, toca evaluar su aporte a un Barcelona decaído, sin identidad y con pocos futbolistas de jerarquía. Precisamente, esto último busca Xavi para su equipo con la vuelta de su querido excompañero. Quitando a Busquets, Piqué, Jordi Alba y Ter Stegen, ninguno de la actual plantilla culé cuenta con la experiencia en la élite ni el espíritu triunfante que si tiene Dani Alves. Ese gen competitivo puede contagiar a la escuadra blaugrana para recobrar su confianza en todo sentido. Además, su figura serviría para que los más jóvenes como Ansu Fati, Pedri, Gavi o Nico se alivien de presión para desplegar todo su talento.
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De igual forma, Alves sería el guía perfecto para un Dest más que irregular. Es totalmente cierto que hasta su vuelta, el mejor lateral derecho que había tenido el Barça fue el propio Dani -el que más en toda su historia. Pasaron Semedo, Aleix Vidal y se reconvirtió a Sergi Roberto, pero ninguno ha dado tantas garantías. De esta formas, al neerlandés se le abre la oportunidad de aprender de un jugador clase mundial. No hay mejor espejo para hacerlo y cumplir, en consecuencia, con las expectativas puesta en él. Aparte del alto incentivo que puede otorgar fuera del campo, dentro del mismo ni muchos menos está desafinado.
Sea en el flanco derecho de la zaga, interior o compañero de Busquets en defensa de cuatro; o carrilero derecho o mediocampista en línea de cinco, Dani Alves todavía no pierde su toque. Quizás su paso al zona de creación parece claro, mas Xavi asume muchas alternativas para armar el once del Barça con Alves. Con 38 años, viene de jugar más de 90 partidos en Brasil y colocarse la medalla de oro en los pasados Juegos Olímpicos. Casi nada para un atleta que inicia su segunda etapa con el equipo en el que consiguió 23 trofeos, y tiene ganas de más. Su ambición y carisma seguramente era necesario para que el Barcelona empiece a repuntar.