El castillo del deporte siempre enfrenta los intereses en su cuarto más lujoso. Ese se llama la excelencia, el glamour, la cima de la victoria, que no admite derrotas. En nuestra travesía futbolística, el conflicto se disputa entre Universitario de Deportes y Alianza Lima. Día a día, noche a noche, la ruta mediática recoge las contiendas de cremas y blanquiazules. Sin embargo, en tiempos de antaño, hubo un episodio cuyo final nunca parece haber terminado: el título de 1934. ¿Quién se adjudicó verdaderamente con el campeonato nacional? Las aristas de la historia son varias, pero el cuarto más lujoso tuvo más de un inquilino. En esta nota te contamos la versión de los hechos que desencadenan controversia hasta hoy.
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1934, cuando todo debió haber acabado
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La última fecha de la Liga Provincial de Fútbol de Lima. Alianza Lima Lima estaba a dos puntos (19) del líder, la “U” (21) . El acecho de los íntimos era clave en el último partido, ante nada menos que los cremas. Un clásico de película en el Estadio Nacional terminaría con los de la Victoria como ganadores por 2-1. Entonces, la tabla quedaría de la siguiente manera.
Un empate a 21 puntos entre ambas escuadras provocaría un panorama gris de cara a los hinchas. De repente, la última palabra sería definida por el torneo de reserva de ese entonces. ¿Por qué? Según bases de aquel torneo, dicha competición agregaría puntos extra en caso de empate técnico de los primeros equipos. Es decir, la firma final del campeón iba a ser puesta por quien se llevaba las reservas.
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Luego de la victoria de Alianza Lima en reservas ante Universitario, ambos le iban a bonificar a sus principales equipos igualados en la tabla. El primer punto de controversia parte aquí: se les añadió puntos decimales, 5.75 a Alianza Lima y 5.50 a Universitario. De ese modo, la tabla final quedaría de la siguiente manera.
Es así como Alianza Lima se proclamaría campeón nacional de dicho año. El Diario El Comercio, en su edición del 19 de noviembre de 1934, informó la noticia de la mano de los detalles del partido que se creía iba a cerrar la serie futbolística. Se resaltó el liderazgo de los íntimos de la mano del mítico Alejandro “Manguera” Villanueva. La fiesta y el color en las calles de la Victoria eran innegables, pues Alianza Lima se coronaría como el primer tetracampeón del fútbol peruano, un galardón único.
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Comienzan las tormentas
Un torneo definido por 0.25 puntos, era antideportivo en palabras de la dirigencia de Universitario de Deportes, al mando de Plácido Galindo. Es así como la “U” decidió presentar un reclamo, que, polémicamente, tuvo éxito. El 20 de febrero de 1935, la Liga Provincial de Lima emitió un boletín declarando “empatado el campeonato de primeros equipos de primera división de 1934”. Este decreto encendió la mecha de la controversia, pues los blanquiazules, pese a no ser despojados de su título nacional, vieron como el empate a 21 puntos inicial tenía repercusiones.
Incluso, la incertidumbre escaló más alto meses después: el 18 de junio de 1935, “se declara desierto el torneo de primeros equipos” y se proclamó “campeón de la liga y primera división a Alianza Lima”. Es decir, Alianza Lima era reconfirmado como el campeón de 1934, con la variación de que los primeros equipos no tenía ganador absoluto.
¿Una nueva final?
Es así como Universitario insistió para jugar un partido extra para definir al ganador de los primeros equipos. Dicho encuentro se jugó el 7 de julio de 1935, y Universitario de Deportes se llevó la victoria por 2 a 1, por lo que se coronó ganador de primeros equipos. Sin embargo, muchas situaciones no habrían ocurrido si el duelo no habría existido. ¿Por qué? Pese a que los blanquiazules jugaron para definir los primeros equipos (un torneo literalmente secundario), el rumbo del título nacional se fue por otro rumbo.
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En la actualidad, el vaivén sobre el campeonato del 1934 genera más confusión que lucidez. Y todo ello partió del reconocimiento a Universitario de Deportes como el poseedor absoluto del título. La Asociación Deportiva de Fútbol Profesional (ADFP) y la Federación Peruana de Fútbol (FPF) ratifican este nombramiento, por lo que la “U” goza de una estrella más y Alianza Lima no puede jactarse de ser el único tetracampeón en el Perú.
En el libro de la ADFP, «Los Cien Campeones», editado por el historiador y periodista Carlos Enciso Pérez Palma,se presenta a Universitario de Deportes como el campeón absoluto de 1934, y esta es la argumentación:
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Es decir, no se tomó en cuenta la diferenciación entre primeros equipos, primera división y liga que se había estipulado meses atrás, por lo que Alianza Lima no sería más el ganador del título de 1934. En conclusión, podemos notar idas y vueltas en el análisis que parten de una disputa por decimales. Sin embargo, lo cierto es que, salvo cualquier polémica, los entes máximos del fútbol no han vuelto a realizar investigaciones al respecto que determinen la veracidad del boletín 174. De ese modo, la suerte del campeonato de 1934 queda en el aire, adjudicándose la copa a la «U» y dejando a un folklore futbolístico en la incertidumbre.
