Recientemente se hizo de conocimiento nacional que en el distrito de Comas habitaba un zorro andino conocido con el nombre de Run Run. El pequeño animal de tan sólo 8 meses fue vendido a sus dueños en el Cercado de Lima como si fuera un perro. Sin embargo, a medida que fue creciendo, su naturaleza dejó descubrirse al empezar a devorar a los animales criados cerca de la zona. Fue así que despertó la atención de los vecinos y, por supuesto, de los medios de comunicación. Actualmente, Run Run se ha vuelto tendencia en las redes sociales, pero, hasta ahora, su caso no ha generado visibilizar la problemática de fondo existente en el Perú para combatir el tráfico ilegal de vida silvestre.
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Contexto real: la otra cara de los memes de Run Run
Pensar que no han acontecido casos similares al de Run Run en el Perú sería totalmente erróneo. La agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, conocida por sus siglas en inglés como USAID, mencionó en su informe sobre el tráfico ilícito de especies que esta es una de las actividades más lucrativas a nivel mundial y recordó también que su práctica afecta directamente a las especies silvestres, así como a su hábitat.
En el 2020, según registra la página del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Minagri), el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) logró decomisar 824 especies de fauna silvestre entre vivos y muertos. Asimismo, las estadísticas de Serfor revelan que a diario se trafican 442 especies en el Perú. Un panorama bastante lamentable sobre el que se busca actuar con mayor rapidez, pero aún los avances siguen sido limitados. Por este motivo, Serfor problematiza el tráfico de vida silvestre y la considera como una amenaza en un país diverso como el Perú.
Hoy en día, se ha planteado una Estrategia Nacional para reducir el tráfico ilegal de fauna silvestre 2017-2022 que tiene una finalidad informativa y reflexiva para la ciudadanía sobre el tema del tráfico ilegal de fauna silvestre. Además, se ha impulsado una campaña titulada «Si compras, eres cómplice» para alertar a la población sobre esta problemática y concientizar que todos pueden ser parte del cambio.
Así, mientras que Run Run en estos últimos días se ha convertido en meme, poca reflexión se ha dado al hecho de que una variedad de especímenes están ahora en el mercado ilegal que busca su comercialización a toda costa.
Urgencia en materia legislativa: Los cambios esperan
Si bien no se puede negar que la Serfor tiene una importante labor en la lucha contra el tráfico ilegal de fauna silvestre, el Congreso también tiene facultades que le permitirían aportar desde proyectos de ley que muestren evidente calidad legislativa. De hecho, una propuesta legislativa a favor del tema en discusión se ha encaminado gracias al congresista Edward Málaga.
El proyecto de ley busca modificar el Art. 3 de la Ley contra el Crimen Organizado (Ley N.°30077) para incorporar su ámbito aplicativo a delitos contra los recursos humanos. No es la primera vez que se intenta viabilizar una iniciativa legislativa como esta, por ejemplo, en el 2020 el parlamentario Alberto de Belaunde también mostró su interés por reforzar la normativa peruana con un enfoque en la fauna y flora silvestre.
El documento que se encuentra pasando por estudio en comisión señala que una de las implicancias del tráfico de vida silvestre son las enfermedades que acarrea dicha actividad y pone en riesgo la vida de los seres humanos. Por otro lado, se fortalecería el sistema penal y, en general, el sistema de justicia al no dejar impunes a aquellos que sean partícipes de actividades que amenazan la fauna y flora del país.
¿Qué pasará con Run Run?
Run Run sigue siendo buscado para ser trasladado al zoológico de Huachipa. Serfor ha empezado a realizar coordinaciones con los vecinos y con personal de la Dirección de Medio Ambiente de la Policía Nacional del Perú. Finalmente, insistió en no perturbar al pequeño zorro para lograr su captura en los próximos días.
Por supuesto, exhortó a la ciudadanía a no comprar ni vender animales silvestres, porque son acciones que dañan nuestra fauna y, muchos de ellos, mueren en el camino o sufren maltrato.