Walter Oyarce vivió una pasión y su muerte aquel fatídico 24 de setiembre del 2011. En el clásico, los eternos rivales del futbol peruano se volvían a presentar. Los hinchas se encontraban en el clímax de un encuentro que definiría la superioridad de un equipo sobre la inferioridad del otro.
Oyarce experimentó la tristeza de un resultado desfavorable para el equipo de sus amores. La “U” se impuso con un 2 a 1 frente a los íntimos. Algarabía suprema en el Monumental que se manchó de sangre aquel día, en un enfrentamiento sin sentido.
Un extremo de radicales de la hinchada crema emprendió una persecución contra Walter y sus allegados. Un golpe seco en el piso y gritos desesperados anunciaban un suceso fatal. El hincha blanquiazul cayó tras ser lanzado desde un palco. Tras una breve agonía, falleció, dejando dolor en el corazón de su familia. Para sus agresores, Walter significó tan solo un logro de una guerra ficta, propia de la demencia encubierta por una falsa hinchada.
Cronología resumida de los hechos
Era 24 de setiembre, Walter se encontraba en un palco, una de las zonas más privilegiadas para ver un evento deportivo. Acompañado de sus amigos, arengaba al equipo de sus amores desde lo más alto. Su integridad estaría supuestamente salvaguardada. No estaría expuesto a empujones, a gritos ajenos, o cualquier otra incomodidad.
De pronto el partido acaba, todos a sus casas. La vida sigue y el futbol da revanchas. Una turba envalentonada comienza a acercarse hacia a ellos. La micro horda de banderas cremas está conformada por Marco Antonio Chimoya Asenjo, ‘Chiclayano’, Gian Carlo Díaz Maysa, ‘Ratón’, y David Sánchez-Manrique Pancorvo, ‘Loco David’ y el ‘Cholo Payet’. Alcanzan a Oyarce, lo lanzan y acaban con su vida.
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Días posteriores, la justicia no le fue ajena a Walter, el 26 de setiembre se cierra el Monumental por orden del alcalde de Ate, Óscar Benavides. El 28 de setiembre «Loco David» es apresado al arribar a Lima procedente de Miami, EEUU. Su principal cómplice, José Luis Roque Alejos, identificado como ‘Cholo Payet’ y él son sindicados como los asesinos de Oyarce.
Ya en prisión, los meses de octubre y diciembre del 2011, la defensa legal de Sánchez-Manrique presentó testimonios. Una desesperada defensa legal, buscaba eximir a Loco David de sus responsabilidades penales. Los testimonios de «Negro Ampilio» y Jamil Ghaliya representaron la dicotomía de su defensa.
Mientras el “Negro” sería señalado como el asesino de Oyarce, Ghaliya indicaría que nadie empujó a Oyarce. Viviana Olcese, expareja de Ghaliya, señaló que este le confesó que recibiría dinero a cambio de dar un falso testimonio.
En 2012, Alberto Borea Odría, abogado de Sánchez-Manrique, ejerció la acérrima defensa de su patrocinado mediante el sustento de teorías del caso, planteamientos de recursos y acusaciones de agravio constitucional contra los testigos de la muerte de Oyarce.
En noviembre de ese año, los abogados defensores de ‘Loco David’, volvieron a sostener la tesis de que nadie había empujado a la víctima y que su caída al vacío se produjo por un tropiezo. Ellos buscaron acreditar su versión tras la presentación de un informe pericial hecho por dos especialistas colombianos y uno brasileño.
En el año 2013, David Sánchez-Manrique Tavella, padre del ‘Loco David’, tomó participación tras denuncias penales efectuadas contra las magistradas y fiscal a cargo del caso de su hijo, sin éxito. «Loco David y su padre emprendieron una campaña de desprestigio contra el sistema judicial.
A finales del 2013, la Fiscalía ya tenía lista la formalización de su pedido de cárcel contra los imputados del caso. Por su parte, David Sánchez-Manrique Pancorvo negó haber matado a Walter Oyarce y señaló como responsable a Richard Valverde Sifuentes ‘Negro Ampilio’, una vez más.
Tras casi dos años y medio de proceso, en el 2014, David Sánchez-Manrique Pancorvo ‘Loco David’ y su cómplice José Luis Roque Alejos ‘Cholo Payet’, fueron condenados a 35 años de prisión por la muerte de Walter Oyarce. Ambos deberían pagar el monto de S/.1′000.000 de manera solidaria por la muerte de Oyarce y S/.50.000 por los disturbios ocasionados.
Los efectos de la sentencia también alcanzaron a personajes como Jorge Luis Montoya ‘Calígula’, Fabrizio Grillo ‘Caliche’ y Richard Valverde Sifuentes ‘Negro Ampilio’. El primero debió purgar ocho años de prisión, mientras que los otros dos fueron condenados a seis años.
Los familiares del ‘Loco David’ presentaron una recusación contra los jueces supremos César San Martín y Víctor Prado Saldarriaga, encargados de resolver la apelación de la sentencia.
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«Tengo 1.545 días preso por un crimen que no cometí”, fueron las palabras del «Loco David» , ante los cinco magistrados de la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema. Los magistrados debían resolver anular la sentencia de 35 años de prisión en contra del Loco David, a fines del 2015.
Meses después, en abril del 2016, la Corte Suprema redujo en 10 años la condena de ‘Loco David’ y ‘Cholo Payet’, y les impuso 25 años de cárcel por homicidio simple. Estos podrían salir en libertad antes del 2027 si se acogieran a beneficios penitenciarios.
Walter Oyarce Delgado no perdona a los homicidas de su hijo. Tras saber de la sentencia, dedicó emotivas palabras a través de sus redes sociales. “Cuatro días después de recibir la noticia de la sentencia de la Corte Suprema, te escribo para decirte: Hijo… se cumplió la primera promesa (…) Se hizo justicia, pues con una sanción ejemplar quedó demostrado que los ricos y poderosos también van a la cárcel, redimiendo a los buenos magistrados y a la justicia en el Perú”, escribió
En la actualidad, el padre de Walter ha emprendido una campaña contra las barras bravas. Mediante un incentivo hacia las oportunidades, Oyarce padre busca desterrar la violencia entre aficionados del futbol, tal como lo prometió a su hijo.
“Debo cumplir con la tarea de crear conciencia en la sociedad para que se entienda que… ‘si vivimos en violencia todos perdemos’. Tarea que debo enfrentar sin tu ayuda, pues deseo que tu alma obtenga el descanso que merece, a mí todavía me queda pendiente cumplir la tarea de darle valor a tu muerte para evitar que otras similares se presenten”
Walter Oyarce Delgado, carta de despedida su hijo Walter Oyarce
