El gobierno de Venezuela ordenó este lunes la expulsión del personal diplomático de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay en Caracas. Esta decisión se produce tras las críticas de estos países a la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Según un comunicado del canciller venezolano Iván Gil, publicado en la red social X, se argumentó que la medida responde a «acciones y declaraciones injerencistas» de gobiernos de derecha subordinados a Washington y comprometidos con postulados ideológicos del fascismo internacional. Asimismo, en el comunicado, Gil aseguró que el gobierno venezolano se reserva el derecho a tomar acciones legales y políticas para defender su autodeterminación.
La expulsión de diplomáticos
Es de amplio conocimiento que la victoria de Maduro, declarada en la madrugada del lunes por el Consejo Nacional Electoral, ha sido cuestionada por la oposición venezolana y autoridades de varios países. Esto debido a que se duda de la transparencia y legitimidad del proceso. Es por ello que los gobiernos de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay solicitaron una revisión completa de los resultados. Paralelo a ello, exigieron una reunión urgente del Consejo Permanente de la OEA para emitir una resolución que proteja la voluntad popular.
De hecho, maximizando la tensa situación, el presidente de Argentina, Javier Milei, y el de Costa Rica, Rodrigo Chaves, calificaron las elecciones de fraudulentas. Además, el canciller peruano, Javier González-Olaechea, y el presidente de Chile, Gabriel Boric, expresaron dudas sobre los resultados. El mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou, también afirmó que el escrutinio estuvo viciado. En respuesta a toda la mermada situación, el gobierno de Panamá decidió retirar a su personal diplomático de Venezuela.
El gobierno de Maduro no ha publicado los resultados detallados de las actas oficiales y denunció un supuesto ataque informático al sistema de votación, atribuyéndolo a la oposición. Ante ello, la líder opositora María Corina Machado, por su parte, asegura tener copias de casi la mitad de las actas, que indicarían un triunfo claro del candidato opositor, Edmundo González. Este acontecimiento ha generado una serie de reacciones en la comunidad internacional y ha puesto de manifiesto las tensiones políticas en la región.
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La comunidad internacional y Venezuela
La comunidad internacional, incluidos organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA), ha sido instada a intervenir y salvaguardar la voluntad popular en Venezuela. Como se comentó, los gobiernos de la región han solicitado una reunión urgente del Consejo Permanente de la OEA para abordar la crisis. Lamentablemente, la expulsión de diplomáticos y la controversia en torno a las elecciones en Venezuela subrayan las profundas divisiones políticas en América Latina.
La situación refleja no solo la polarización interna en Venezuela, sino también las tensiones entre gobiernos de diferentes orientaciones ideológicas en la región. La respuesta de Venezuela podría ser vista como un intento de consolidar su posición frente a la oposición interna y la presión externa. Asimismo, reafirma su postura de resistencia ante lo que considera injerencias extranjeras en sus asuntos internos.
De esta manera, la decisión de Venezuela de expulsar a los diplomáticos de siete países latinoamericanos marca un nuevo capítulo en la crisis política del país. Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de Human Rights Watch, expresó que están vigilando la reacción de las fuerzas de seguridad a las protestas en Venezuela, recordando que los ciudadanos tienen derecho a manifestarse pacíficamente. A medida que las tensiones aumentan y las acusaciones de fraude electoral persisten, la comunidad internacional se enfrenta al desafío de abordar la situación de manera efectiva. Como información adicional, el 31 de julio se anunció la ruptura de relaciones diplomáticas entre Lima y Caracas.
