El Ministerio de Transporte y Comunicaciones ha tenido una gestión imperdonable y paupérrima en las negociaciones con los concesionarios de los corredores. Ha quedado en ridículo al no poder evitar el cese de las funciones de los buses, generando la aparición de otros medios de transporte, como carros con papeletas, y teniendo que aceptar los términos de una concesionaria que tenía «la sartén por el mango» en las negociaciones.
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¿Qué sucedió?
Hace varias semanas, Gerardo Hermoza, gerente general de la concesionaria del corredor morado, mencionó que el medio de transporte ya mencionado estaba a la espera del pago de 300 millones de soles por parte del Estado. El pasivo, según Hermoza, ascendía a 500 millones; no obstante, la empresa finalmente decidió no entrar a juicio con el Estado y aceptar la cifra propuesta.
Dado esto, el Ejecutivo mencionó que no existía un marco legal para pagar la deuda existente con la concesionaria y el MTC se mantuvo en silencio, generando una crisis de transporte sin precedentes cercanos. El expremier, Alberto Otárola, indicó que no tenía conocimiento de ninguna deuda que tuviera el Estado.
Básicamente, los avances realizados en los medios de transporte públicos se encontraban amenazados con sufrir un retroceso gigantesco, luego de que Mendoza asegurara que los buses del corredor morado dejarían de operar el 4 de marzo. Esta decisión traía consigo un problema para más de 100 mil usuarios, que se verían perjudicados por la falta del servicio. Este síntoma de desasosiego llegó hacia los demás corredores y la permanencia del corredor azul y corredor rojo se mantuvieron en suspenso.
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Y se materializó la crisis
El 4 de marzo, tal como lo mencionó el sr. Mendoza, Lima amaneció sin corredores morados. Los ciudadanos residentes de San Juan de Lurigancho tenían mayores dificultades para trasladarse a San Isidro, Magdalena, Cercado de Lima, y viceversa. Una mezcolanza de «micros», «colectivos», cláxones y desorientación de los usuarios, se evidenciaron en las calles limeñas.
Frente a esta inquietud ciudadana, la Autoridad de Transporte Urbano y el Ministerio de Transporte y Comunicación realizaron un bochornoso plan de contingencia donde «promocionaban» 6 empresas de buses formales (Próceres S. A., Consorcio Roma, Transportes Huáscar S. A., Luis Banchero Rossi S. A., Virgen de Fátima S. A. y la Empresa Transporte y Servicio Salvador S. A. C.) que cubrirían las líneas del corredor.
En total se tenían planeado 500 buses para cumplir la demanda. No obstante, lo más vergonzoso de esto fue que varias de estas unidades de transporte mantenían papeletas. Por ejemplo, la empresa Próceres S. A. contaba con un bus de placa P1F794 que mantenía 33 papeletas. Un «saludo a la bandera» la disque formalidad de los buses que promocionaba la entidad estatal.
Claro está que frente a esto, los corredores morados no se quedaron tranquilos y realizaron una sorpresiva caravana de 150 buses para llegar su sentir a la institución del MTC, dejando como constancia que este no sería un paro sin más, sino un paro que pondría en tela de juicio la gestión de las autoridades públicas.
¿Una buena negociación?
El día siguiente, el 5 de marzo, en los medios de comunicación y en las redes pertenecientes al ATU y el MTC se confirmó que el día 6 de marzo retornarían los servicios del medio de transporte que hace un día habían negado el marco legal dentro del contrato y hasta habían promocionado a la «competencia». Todo un show político y mediático donde las autoridades mencionadas con anterioridad quedaron como incapaces. No pudieron evitar la huelga de corredores, generando perjuicios hacia los peruanos, ni tampoco pudieron desdecir el contrato que supuestamente no se conocía. En otras palabras, un circo que tuvo como mayor afectado a la población. ¿Una buena negociación o una famosa «recogida de cable»?
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¿En qué términos quedamos?
Al día de hoy, teniendo en cuenta los precedentes, sabemos que los problemas de los corredores y del Estado no están resueltos y, seguramente, no lo estarán por largo tiempo. Tal vez nunca lo estén a pesar de que, en algún momento, se tendrán que ver en algún juicio. Sin embargo, después de tiempo se han realizado compromisos reales y significativos. Gerardo Hermoza confirmó esta información:
- Mayor fiscalización para los carriles exclusivos de los buses.
- Terminar de reglamentar la Ley de Chatarreo.
- La realización de un proyecto de ley para solventar la deuda de 300 millones de soles.
«El ministro se ha comprometido en que, en un par de semanas, la ley debe estar en la Comisión de Transportes y Economía y que van a dar trámite célere debido a contingencia de los usuarios», mencionó Hermoza. Asimismo, el ministro de Transporte, Raúl Pérez Reyes, se comprometió a presentar el Proyecto de Ley para estabilizar la deuda en los próximos 15 días, la cual evitaría también la salida del corredor azul y rojo