El plan de contingencia: Más de 500 buses volvieron a las vías del Corredor Morado
La reciente decisión del último fin de semana por parte del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) de reincorporar 522 buses antiguos de siete empresas de transporte público convencional en las vías del Corredor Morado de Lima ha sido duramente cuestionada. Esta medida se adopta luego de que el Gobierno no haya podido saldar una deuda acumulada de S/300 millones con la empresa concesionaria del corredor, Genera Sur. Los buses antiguos asignados operan «provisionalmente» en las cuatro rutas del Corredor Morado, en un horario que va desde las 5:00 a.m. hasta las 10:30 p.m., sustituyendo a los vehículos modernos que originalmente prestaban servicio en estas rutas.
La asignación de rutas a estas empresas, que incluye a Próceres, Consorcio Roma, Transporte Huáscar S.A., y Luis Banchero Rossi, plantea cuestionamientos sobre la calidad del servicio en comparación con los buses modernos que estaban en operación. Alfonso Flórez, gerente general de la Fundación Transitemos, ha expresado su preocupación sobre esta medida, señalando que representa un paso atrás en los esfuerzos por mejorar el transporte formal en Lima y Callao.
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Cavarana de buses protestan frente al MTC
«No esperamos menos que sentarnos a discutir un nuevo cronograma de pagos. No estamos cerrados a negociar, pero si no recibimos la recepción que esperamos, nos retiraremos con los buses y procederemos a iniciar la resolución del contrato»
Gerardo Hermoza, representante de las empresas concesionarias del Corredor Morado
En estos momentos, Gerardo Hermoza, representante de las empresas concesionarias del Corredor Morado, se está movilizando hacia el Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Él y su equipo se dirigen allí para protestar y exigir respuesta de las autoridades luego de la decisión abrupta de la implementación de un «Plan de Contingencia» que permite desde hoy el regreso de las coasters.
Se espera que las autoridades los reciban y se abra un espacio para llegar a un acuerdo. La caravana de buses que acompaña a Hermoza consta de 150 vehículos, cada uno de los cuales representa una inversión significativa en la flota del Corredor Morado. «Compramos estos buses con la expectativa de que las autoridades cumplirían con sus obligaciones financieras», explica Hermoza. «Estos buses pueden transportar hasta 160 pasajeros en un solo viaje y están equipados con aire acondicionado. Ese es el tipo de transporte que planeamos adquirir con los fondos adeudados«.
La fragmentación de la deuda pendiente con las empresas concesionarias del Corredor Morado asciende a 120 millones de soles -el total supera los 300 millones de soles-. La deuda total está sujeta a condiciones adicionales, como la adquisición de nueva flota y el compromiso de no distribuir utilidades hasta saldar la deuda por completo. Hermoza también lamenta la falta de control sobre las tarifas en las rutas autorizadas, contrastando la situación con la regulación de tarifas en el Corredor Morado. Esta falta de control permite que los operadores cobren tarifas excesivas a los usuarios, afectando la calidad y accesibilidad del servicio.
Además, Hermoza señala que la intervención reciente de la ATU para restringir el acceso de la caravana de buses del Corredor Morado plantea interrogantes sobre las acciones pasadas y presentes de la autoridad. «¿Por qué no tomaron medidas similares contra el transporte informal y los vehículos que invaden los carriles exclusivos?», cuestiona. Por lo tanto, el destino de esta caravana no solo determinará el futuro de las empresas concesionarias del Corredor Morado, sino también el acceso de Lima hacia un servicio de transporte público de calidad.
El retroceso de la reforma de transporte: ¿A quién responsabilizamos por el triunfo de las coasters?
El último giro en la política de transporte público en Lima ha desatado una ola de críticas hacia el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y la Autoridad de Transporte Urbano (ATU). La decisión de permitir el regreso de las coasters como una respuesta a la deuda pendiente con la empresa concesionaria del Corredor Morado refleja una falta alarmante de liderazgo y visión por parte de las autoridades en una crisis que se puede manejar en negociaciones en mesa con los representantes del Corredor Morado.
La reintroducción de las coasters no solo representa un paso atrás en los esfuerzos por modernizar el sistema de transporte en la ciudad, sino que también pone en peligro la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. Esta medida, impulsada por la mala gestión financiera y la falta de planificación a largo plazo, demuestra una preocupante falta de iniciativa para abordar los problemas estructurales que afectan la movilidad urbana en Lima que tanto nos ha costado.
El gobierno no puede pretender que la solución a una crisis financiera sea el retorno a prácticas obsoletas y peligrosas. Es hora de que el MTC y la ATU junto con el MEF asuman la responsabilidad de sus acciones y trabajen en conjunto para encontrar soluciones sostenibles y efectivas que mejoren verdaderamente la calidad de vida de los ciudadanos limeños. De lo contrario, el triunfo de las coasters no será solo un fracaso de la reforma del transporte, sino también una afrenta a los avances de todo Lima.