Tras confirmarse la condena en segunda instancia en su contra, Vladimir Cerrón recurrió a pedir un hábeas corpus. Esto con el fin de que no se ejecute el mandato de prisión efectiva de 3 años y 6 meses. Sin embargo, el Juzgado Constitucional Permanente de Huancayo rechazó esta medida el día de ayer, agotando con ello una nueva vía para evadir su condena.
¿Porqué se presentó este pedido?
Vladimir Cerrón, a inicios de este mes, fue condenado a prisión efectiva por 3 años y 6 meses. Esto debido al caso Aeródromo Wanka. Ya la decisión había sido tomada en el mes de febrero de este año, sin embargo, el líder de Perú Libre decidió apelar alegando la prescripción del delito por el cual se le perseguía. Así como aclarar que el Gobierno Regional de Junín no habría recibido el pago ilícito por el cual se le estaría condenando.
Sin embargo, la Sala Penal de Apelaciones Transitoria Especializada en Delitos de Corrupción de Junín rechazó su pedido de apelación. Por lo cual se concretó la anterior decisión del Sexto Juzgado Penal Unipersonal Supraprovincial Especializado en Corrupción de Funcionarios de Junín. El cual, además de la pena privativa de la libertad, le había impuesto el pago de una indemnización que ascendería a 1 millón de soles.
Tras el rechazo de la apelación presentada, Cerrón pasó a la clandestinidad. En ella, reapareció en determinadas ocasiones, principalmente en redes sociales. Alegando por su cuenta oficial de Twitter la falta de garantías procesales que existen en el Perú. Así como a denunciar internacionalmente una persecución política en su contra. Mientras él se encuentra prófugo de la justicia, un ciudadano presentó una demanda de Hábeas Corpus en contra del Juzgado de Segunda Instancia. Alegando que la sentencia emitida sería contraria a los derechos de libertad personal del ciudadano Vladimir Cerrón.
LEE TAMBIÉN: Dina Boluarte solicita al Congreso viaje a Estados Unidos
El Hábeas Corpus presentado desde el anonimato
El ciudadano que mediante el anonimato presentó este pedido constitucional a favor del ex gobernador de Junín, buscó revertir la sentencia en su contra. En ella, se demandó al Juzgado conformado por Walter Chipana Guillen, Carlos Richar Carhuancho Mucha y Roberto John Meza Reyes. Alegándose que correspondía al caso la prescripción del delito ya que este habría sido cometido en el año 2013, por lo tanto no debería continuar siendo perseguido por los hechos por los cuales se le condenó.
Se presentaron en la demanda dos pretensiones. Por un lado, dejar sin efecto la sentencia que condena al líder de Perú Libre a 3 años y 6 meses de prisión. Esto debido a que no se contempló la excepción de prescripción. Por otro lado, también se solicitó la emisión de una nueva sentencia que esta vez se encuentre debidamente motivada por parte de la segunda instancia.
Sin embargo, el pedido de Hábeas Corpus fue rechazado, esto ya que según el Juzgado Constitucional Permanente de Huancayo, no correspondería esta figura constitucional. En primer lugar, la jueza Doris Cajincho señaló que no existió una vulneración al debido proceso, ya que sí pudo el imputado presentar la excepción de prescripción a pesar de que este no haya sido admitido. Por lo tanto, no se habría afectado el principio de legalidad en el proceso.
Además, se mencionó también que el Hábeas Corpus solamente procede cuando se vulnera la libertad individual por una sentencia firme. Por lo tanto, no cabría en este caso proceder el recurso porque aún en la vía penal existe una oportunidad para oponerse a la sentencia. Este último recurso sería el de casación, el cual podría ser presentado por Cerrón en contra de la decisión judicial realizada este mes y que lo ha llevado a la clandestinidad.
¿Existen soluciones a su caso?
La casación es una vía extraordinaria. Por lo tanto, va a depender si es que la Corte Suprema considera que se encuentran presentes en el caso los requisitos establecidos para determinar si procede concederle esta nueva oposición a su condena. Entonces si bien es cierto que tiene esta vía como lo señala el Juzgado Constitucional, podría no ser admitido a trámite, agotándose con ella finalmente la vía penal.
Por otro lado, corresponde una segunda instancia mediante apelación en la demanda de Hábeas Corpus. Esto con el fin de que se pueda evaluar la decisión expedida por el Juzgado Constitucional. Este último punto evidencia que se están agotando las vías judiciales que podrían llevar a Cerrón a quedar impune.