El sistema financiero peruano podría experimentar un cambio significativo si se concreta la derogación de la ley que estableció topes a las tasas de interés en 2021. Según expertos y entidades bancarias, la eliminación de esta regulación podría ampliar el acceso al crédito para sectores tradicionalmente excluidos, en especial los estratos C y D. Sin embargo, esta medida también plantea desafíos que podrían afectar la estabilidad del mercado y de los consumidores.
Un mercado restringido por la regulación
La ley aprobada en marzo de 2021 buscaba frenar las tasas de interés excesivas en préstamos, pero tuvo consecuencias inesperadas. Muchas instituciones financieras redujeron la oferta de créditos a clientes con alto riesgo crediticio, como microempresarios y trabajadores independientes, quienes se vieron obligados a recurrir a prestamistas informales con tasas aún más elevadas y sin regulación.
Según datos del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la colocación de créditos a estos sectores cayó significativamente tras la implementación del tope. La Federación de Cajas Municipales advirtió que esta situación afectó especialmente a pequeños emprendedores, que necesitan financiamiento para operar y expandir sus negocios.
Además, el acceso restringido al crédito ha impactado negativamente en el crecimiento económico, ya que muchas pequeñas empresas han visto limitado su potencial de expansión. En este contexto, la derogación de la normativa podría representar un alivio para miles de peruanos que buscan financiamiento para sus proyectos.
Impacto esperado de la derogación
Si la ley es eliminada, los analistas prevén los siguientes efectos en el sistema financiero:
- Mayor acceso al crédito
Las entidades financieras podrían reanudar la colocación de préstamos a sectores excluidos, permitiendo a microempresarios y trabajadores informales acceder a financiamiento formal. Este cambio podría dinamizar la economía y fomentar el crecimiento de pequeños negocios. - Ajuste de tasas según riesgo crediticio
Sin topes regulatorios, los bancos y microfinancieras podrán fijar tasas más elevadas para clientes de mayor riesgo. Aunque esto podría significar créditos más costosos para algunos, también ampliará la disponibilidad de financiamiento. - Reducción del crédito informal
El acceso a préstamos regulados podría disminuir la dependencia de prestamistas informales, quienes operan fuera del marco legal y suelen aplicar tasas desproporcionadas. - Competencia en el sector financiero
Con la posibilidad de establecer tasas de interés sin restricciones, las entidades financieras competirán por clientes, lo que podría generar mejores condiciones crediticias y productos más innovadores.
Adicionalmente, la ampliación del acceso al crédito podría beneficiar a sectores como el comercio minorista, la manufactura y los servicios, que dependen en gran medida del financiamiento para operar de manera eficiente.
Retos y preocupaciones
A pesar de los posibles beneficios, también existen riesgos que deben considerarse:
- Endeudamiento excesivo: Sin una regulación adecuada, los consumidores podrían contraer deudas insostenibles.
- Tasas de interés elevadas para sectores vulnerables: Aunque habrá mayor acceso al crédito, algunos usuarios podrían enfrentar costos financieros elevados.
- Necesidad de regulación complementaria: Será fundamental establecer mecanismos de supervisión para prevenir abusos por parte de las entidades financieras.
Lecciones de experiencias internacionales
Países como Chile y México han enfrentado escenarios similares. En Chile, la ausencia de topes a las tasas de interés ha sido compensada con estrictas regulaciones de transparencia y educación financiera. En México, la eliminación de límites impulsó la inclusión financiera, aunque también trajo consigo un aumento en la carga financiera de ciertos sectores.
Otros países han optado por modelos intermedios, en los que se establecen regulaciones que permiten tasas flexibles, pero con ciertos límites para evitar abusos. Esta estrategia ha demostrado ser efectiva en garantizar el acceso al crédito sin afectar la estabilidad financiera de los consumidores.
Conclusión
La derogación de los topes a las tasas de interés podría marcar un punto de inflexión en el acceso al crédito en Perú. Si bien permitirá que más personas y empresas accedan a financiamiento, también plantea desafíos que deben ser abordados con regulaciones complementarias y programas de educación financiera.
En los próximos meses, el debate en torno a esta medida será clave para definir el futuro del sistema financiero peruano y su impacto en la economía nacional. El desafío será encontrar un equilibrio que garantice la inclusión financiera sin comprometer la estabilidad económica de los prestatarios.