El reciente fallo de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) sobre la destitución de Patricia Benavides, hasta ahora Fiscal de la Nación, marca un punto crítico en el sistema judicial peruano. Esta decisión, aprobada el 22 de mayo de 2024 por unanimidad, también implicó la destitución de Enma Benavides, jueza superior y hermana de Patricia, y de Azucena Solari, fiscal suprema provisional.
Interferencia en Investigaciones y Abuso de Poder
La base de las sanciones impuestas a Patricia Benavides radica en múltiples faltas muy graves, entre ellas la interferencia indebida en el proceso disciplinario contra su hermana, Enma Benavides. Enma, jueza superior de la Corte Superior de Justicia de Lima, estaba bajo investigación por presuntamente resolver casos a favor de narcotraficantes a cambio de sobornos. Patricia Benavides removió de manera arbitraria a la fiscal Bersabeth Revilla, quien llevaba a cabo la investigación contra Enma, basándose en un informe de baja productividad elaborado por Azucena Solari. Este informe, según la JNJ, contenía información inexacta y sirvió como pretexto para la destitución de Revilla, lo que constituye una violación de la ley de carrera fiscal.
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Manipulación del Cargo y Beneficios Injustificados
Además de interferir en la investigación de su hermana, Patricia Benavides promovió a Miguel Vegas Vaccaro al cargo de fiscal adjunto supremo provisional, a pesar de que este tenía sanciones disciplinarias pendientes. Esta promoción no solo es cuestionable sino que también evidencia un uso indebido de su autoridad para favorecer intereses personales. Estos actos fueron calificados por la JNJ como faltas disciplinarias muy graves, que socavan la integridad y la independencia del Ministerio Público.
La Decisión de la JNJ: Un Veredicto Unánime
El pleno de la JNJ, compuesto por María Zavala, Guillermo Thornberry, Marco Tulio Falconí, Imelda Tumialán y Antonio de la Haza, resolvió por unanimidad la destitución de Patricia Benavides. La propuesta fue sustentada por la consejera Zavala, quien detalló las faltas graves cometidas por Benavides, enfatizando la remoción arbitraria de Revilla y el trato denigrante hacia ella. La decisión se formalizó en la resolución 089-2024-PLENO-JNJ, que fue notificada a Benavides el 22 de mayo de 2024.
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Consecuencias para Enma Benavides y Azucena Solari
Enma Benavides también fue destituida, pero por mayoría, ya que dos miembros del pleno votaron por una sanción menor. Su destitución se fundamentó en la interferencia en su causa penal y las declaraciones falsas sobre sus antecedentes disciplinarios. Azucena Solari, por su parte, fue destituida por validar informes inexactos que justificaron la remoción de Revilla, demostrando una falta de independencia e imparcialidad en su actuación.
Reacciones y el Futuro del Ministerio Público
La destitución de Patricia Benavides deja un vacío en el cargo de Fiscal de la Nación, que provisionalmente será ocupado por Juan Carlos Villena. Este hecho ha generado diversas reacciones en el ámbito político y judicial, resaltando la necesidad de fortalecer la transparencia y la integridad en el sistema judicial peruano. La notificación oficial abre la posibilidad para que Benavides solicite la reconsideración de la decisión ante la JNJ o inicie un procedimiento judicial para revertir la medida.
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La Interferencia y el Abuso de Poder
La decisión de la JNJ de destituir a Patricia Benavides y otros altos funcionarios judiciales es un paso audaz y necesario para restaurar la confianza en el sistema de justicia peruano. Sin embargo, este episodio también revela las profundas vulnerabilidades y la susceptibilidad del sistema judicial a la corrupción y el abuso de poder. Es fundamental que las instituciones encargadas de velar por la justicia operen con total transparencia y autonomía, lejos de influencias y favoritismos personales.
Mientras la destitución de Benavides puede interpretarse como un triunfo de la justicia, también subraya la urgente necesidad de reformas estructurales que garanticen la independencia y la integridad del sistema judicial peruano. La lección es clara: la justicia debe ser impartida sin favoritismos, con imparcialidad y en estricto apego a la ley. Solo así se podrá avanzar hacia un sistema verdaderamente justo y equitativo.