Hezbollah ha nombrado al clérigo chiita Naim Qassem como su nuevo líder. Esto después de que, hace más de un mes, el anterior secretario general, Hassan Nasrallah, falleciera en un ataque aéreo llevado a cabo por Israel. El Consejo Superior del grupo eligió a Qassem como secretario general, según informó la Oficina de Medios de Hezbollah en un comunicado emitido el martes. En el mismo comunicado, señaló que Qassem se compromete con el «Islam auténtico de Mahoma» y con los principios fundamentales del grupo.
Qassem lidera una organización que, en el pasado, fue considerada el aliado más fuerte de Irán en su conflicto contra Israel. Sin embargo, en las últimas semanas, Hezbollah ha sufrido graves pérdidas debido a la campaña militar israelí. Varios de sus líderes principales fueron asesinados, miles de combatientes heridos y sus capacidades de misiles significativamente reducidas. Así, la organización enfrenta ahora una intensa ofensiva israelí en el sur de Líbano. De hecho, Qassem, quien durante mucho tiempo fue el segundo al mando de Hezbollah, actuando como jefe adjunto de Nasrallah, es uno de los pocos dirigentes del grupo respaldado por Irán que ha sobrevivido a los recientes ataques de Israel.
Mohanad Hage Ali, director adjunto de investigación del Centro Malcolm H. Kerr Carnegie para Oriente Medio en Beirut, mencionó que Hezbollah tenía pocas opciones entre sus clérigos de alto rango. Por ello, el nombramiento de Qassem, una figura conocida, fue una «elección obvia» para la organización. Se pensaba que Hashem Safieddine, un dirigente con una candidatura más sólida para suceder a Nasrallah, tenía mayores probabilidades de asumir el liderazgo. Sin embargo, este personaje murió en un ataque israelí en Beirut junto a otros comandantes.
¿Quién es Naim Qassem?
Nacido en 1953 en el sur de Líbano, Qassem es un miembro destacado de la vieja guardia de Hezbollah. Este clérigo chiita de 71 años ayudó a fundar el grupo en 1982 y ocupó el puesto de vicesecretario general durante siete mandatos consecutivos desde 1991. Además, es el responsable de supervisar las actividades parlamentarias del grupo. Antes de su colaboración con Hezbollah, Qassem fue miembro de “Harakat al Mahrumin” o Movimiento de los Desposeídos. Esta es una organización que más tarde se transformó en el movimiento chiita Amal, aliado de Hezbollah y dirigido actualmente por el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri.
Antes de involucrarse en Hezbollah, Qassem ejerció como profesor de química durante seis años. Más adelante, se convirtió en una figura mediática frecuente al dar entrevistas en televisión y en periódicos. En 2015, publicó el libro Hezbollah: The Story from Within, donde relata el ascenso de Hezbollah como una «fuerza de resistencia» y un partido político en oposición a la ocupación israelí. Sin embargo, a pesar de su visibilidad mediática, Qassem es una figura con la que el ciudadano promedio libanés no se identifica fácilmente, según comentó Hage Ali. La razón es que representa a una «clase media baja», en contraste con Nasrallah, quien se relacionaba más con la «clase empobrecida» del Líbano.
Qassem ha condenado en repetidas ocasiones la guerra de Israel en Gaza. De hecho, ha afirmado que el «frente de apoyo» de Hezbollah hacia los palestinos solo se fortalecerá conforme Israel intensifique su agresión, especialmente al atacar a civiles. Aun así, es improbable que Qassem sea un «líder absoluto» para Hezbollah, explicó Ali. Así, sugirió que su rol podría enfocarse más en coordinar las diversas voces dentro de la organización. Esto, en parte, se debe a que, tras los ataques israelíes que impactaron a gran parte de la vieja guardia, Hezbollah enfrenta un «golpe generacional» que limita sus opciones de liderazgo.
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Desafíos inmediatos
El nuevo liderazgo de Qassem enfrenta varios desafíos críticos. En primer lugar, debe consolidar su autoridad y legitimidad dentro del grupo tras la muerte de Nasrallah, quien había sido una figura carismática y central durante más de tres décadas. Además, Hezbollah está bajo presión tanto interna como externa debido a las recientes derrotas y al bombardeo constante por parte del ejército israelí.
Como ya se mencionó, Qassem ha indicado que continuará luchando contra Israel y apoyará a los palestinos en su resistencia. En sus discursos recientes, ha enfatizado que las capacidades militares de Hezbollah permanecen intactas a pesar de las pérdidas sufridas. Sin embargo, también ha mostrado apertura hacia negociaciones para un alto el fuego. Esto podría ser interpretado como un intento por estabilizar la situación interna y evitar más pérdidas humanas entre sus combatientes.