El martes, el ejército israelí llevó a cabo un nuevo ataque terrestre y aéreo en el centro de Gaza. De esta manera, se intensificaron los ataques en medio de una crisis humanitaria en aumento.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que aviones de combate atacaron objetivos de Hamas en el barrio de Bureij. Esto bajo la coordinación con operaciones terrestres basadas en inteligencia en esa misma área. Se reportó que al menos seis cadáveres fueron llevados al hospital local de los Mártires de Al Aqsa, junto con más de 30 heridos.
En el ataque, murieron un padre y su hijo de 12 años cuando un proyectil impactó un edificio residencial al este de Al Bureij. Además, fallecieron un niño y una niña, como también una mujer de unos 20 años. Testigos indicaron que los civiles comenzaron a abandonar Bureij hacia la costa tras la intensificación de la actividad militar.
Asimismo, se informó sobre disparos de tanques desde el corredor este-oeste de Netzarim en los últimos días abierto por las FDI. Todo ello a través del centro de Gaza hacia los vecindarios al sur de la Ciudad de Gaza, con incursiones terrestres en esos barrios en los últimos 3 días.
Contexto del conflicto en Gaza
Israel lanzó su ofensiva militar en Gaza el 7 de octubre. Esto después de que el grupo militante Hamás, que gobierna Gaza, matara al menos a 1.200 personas y secuestrara a más de 250. Desde entonces, los ataques israelíes en Gaza han matado al menos a 36.550 palestinos y han herido a otras 82.959 personas, según el Ministerio de Salud de ese país.
La semana pasada, Amnistía Internacional pidió a Israel que cumpliera la orden de la Corte Internacional de Justicia. Esta orden pedía que pusiera fin de inmediato a las operaciones militares en Rafah. La organización también denunció que los ataques aéreos israelíes, en los cuales perdieron la vida 44 civiles en Rafah el 20 de abril, podrían constituir crímenes de guerra.
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Desplazamiento masivo de población
La ciudad de Rafah acogía a más de 1,2 millones de personas procedentes de zonas más septentrionales que quedaron desplazadas forzosamente el 13 de octubre de 2023. Esto sucedió cuando las fuerzas armadas israelíes dictaron la primera orden de «evacuación» masiva contra la población del norte de Gaza. La población residente en Gaza se vio obligada a desplazarse más hacia el sur a medida que las fuerzas israelíes expandían su campaña terrestre.
Cuando las fuerzas israelíes iniciaron su incursión terrestre en gran escala en Jan Yunis, una ciudad grande situada al norte de Rafah, la mayoría de sus residentes huyó a Rafah. Una parte se desplazó hacia el norte, hacia el centro de la Franja de Gaza, incluida la zona de Al Maghazi y sus alrededores. Gran parte de Jan Yunis fue destruida o dañada por las fuerzas israelíes que quedaban en abril de 2024.
Se calcula que, tras la expansión de las operaciones de Israel en Rafah, un millón de personas palestinas han quedado desplazadas en Gaza. Alrededor del 90% de la población de Gaza ha sufrido al menos un desplazamiento forzado, y mucha gente se ha visto obligada a desplazarse en varias ocasiones.
Llamado a la comunidad internacional
La agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA) describió el lunes la situación en Gaza como «un infierno en la tierra» tras los ataques israelíes en Rafah. La ONG Médicos Sin Fronteras también denunció la situación humanitaria en Gaza. A través de un informe indico qué el hospital de Al Aqsa ha recibido al menos 70 cadáveres y más de 300 heridos tras los intensos ataques Israel.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió que Israel no abandonará Gaza hasta que se ponga fin al control que Hamás le queda del territorio. De esta manera, señala que Israel debe tomar el control de Rafah para eliminar los batallones de Hamás allí y lograr su objetivo de «victoria total» sobre los militantes.