La minería es una oportunidad para lograr nuestros objetivos. Pues, a pesar de la recesión global, el mundo mantiene una alta demanda por los metales que producimos: cobre, oro, plata y hierro, principalmente. En este sentido, se necesita de la apertura de nuevos proyectos a fin de reactivar la economía nacional.
Por ello, el Ing. German Arce, profesional de amplia experiencia en el sector minero y exdirector del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, brindó una entrevista a Diario El Gobierno:
- Como bien sabemos, la gran y mediana empresa minera son 100% formales y emplean directamente a más de 200.000 personas, generando trabajo para más de 1 millón de peruanos, además de poseer un portafolio de proyectos valorizados en US$ 60.000 millones. Sin embargo, los otros dos subsectores, pequeña minería y minería artesanal, son más intensivos en mano de obra y generan empleo para unos 500.000 peruanos. En este sentido, la producción aurífera artesanal no formal es de alrededor de 600.000 onzas al año, lo que se traduce en US$ 1.000 millones anuales. Por lo tanto, ¿qué considera usted que se debería realizar a fin de no soslayar esta contribución beneficiosa para el país?
Bien, una muy buena pregunta. Una pregunta con enfoque en general pues también me permitirá hacer comentarios más amplios. Comenzamos, principalmente, analizando el foco en cuanto a minería. El Perú siempre se ha destacado como un país minero y no es un slogan. En este sentido, lo que un país vende es lo que el país puede vender y hay dos cosas que se pueden vender: bienes o servicios. Un abogado, un ingeniero venden servicios; el agricultor vende papa, zanahoria, tomates; el fabricante, vende carros, automóviles, computadoras, etc.
En este sentido, el Perú tiene una venta muy grande de bienes: minerales, harina de pescado y productos orgánicos. Además de una fuerte influencia en la agroindustria hoy en día, con exportaciones de uva, palta (la cual está inundando el mundo), frutos exóticos y chirimoya; son productos inocuos que se conocen en todo el mundo y que los extranjeros los solicitan con frecuencia por su sabor. Entonces, tienen muchas oportunidades y cosas por vender. Pero lo que más genera ventas son los metales y minerales y, de estos, el cobre es el que ocupa el mayor rango.
Aproximadamente, el 62% de exportaciones en el Perú se basan en minerales y metales, el resto son algunos equipos, maquinarias, etc. Entonces, lo que más vende el país son metales y minerales. Por lo tanto, si queremos tener dinero tenemos que vender más de lo que tenemos. Hagamos una analogía con la agricultura. Si sube el precio de la papa, todos siembran papa, es lo lógico ya que el precio es bueno. Por otro lado, sigue la quinua, producto muy de moda, el cual todos empezaron a sembrar inclusive en la costa. Este cereal causó furor y a los expertos les llamó la atención pues es un alimento elogiable y logramos sobresalir. Pero luego las cosas se pusieron negativas al insistir con fertilizantes, insecticidas y climas no adecuados. Esto afectó la producción: exportaron, la devolvieron y se acabó la campaña.
Entonces, tenemos que insistir con lo que el país tiene, a pesar de una exportación todavía incipiente de productos nativos a Europa. Por ejemplo, una comunidad campesina de Huancavelica exporta papa nativa a Europa, la misma que aprecia mucho dicho producto. Entonces, bajo ese contexto, el Perú exporta muchas cosas. Pero el mercado que nos permite manejar la balanza económica del país es el de los minerales y, especialmente, el del cobre.
El cobre es «el rey de los metales»; sin embargo, el que tiene más valor es el oro, mineral que casi no exportamos. A pesar de esto, el cobre también tiene buen valor si es una enorme cantidad. Esto ha despertado, indudablemente, mucha minería formal que cumple una serie de parámetros sociales, ambientales y tributarios. Pero también está la pequeña minería y minería artesanal (todavía más pequeñita) y, conjuntamente, la minería informal e ilegal. De la minería ilegal no puedo hablar, no vamos a defender una minería que no es legal porque está mal y está prohibido.
«Pero ¿qué pasa con la pequeña minería y la minería artesanal, ilegal o en proceso de formalización? Está bien, no tienen documentos, pero están en proceso y a esos hay que ayudarlos.»
Este tipo de minería produce una gran cantidad de minerales, especialmente cobre y oro. El cobre tiene un precio espectacular al igual que el oro y es un refugio. Hoy en día si tienes dinero puedes guardar en soles, dólares, bolívares, etc. Pero si guardas oro nadie pierde. A partir de eso se ha generado muchísima minería.
Tengo la suerte de relacionarme con mineros del sur, me he reunido con los gremios y es un esfuerzo junto con el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú. Hemos ido a un voluntariado y, con gran apoyo del alcalde de Nazca, se nos brindó todas las facilidades al poner auditorios de manera gratuita para convocar a mineros y darles charlas de capacitación que incluía la formalización. Estas charlas eran de seguridad y salud porque hay muchos accidentes laborales y se no tienen ni los protocolos ni las herramientas. Asimismo, se colabora con la parte tecnológica y también legal. Todo ello para lograr formalizarse. Son muchísimas cosas y más aún en la pequeña minería.
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Para esto, tenemos dos caminos. Los ayudamos o anulamos. Lo que se pretende es ayudarlos a formalizarse. Pero, en el tema de formalización, se tiene una cuestión compleja. Con el Gobierno (no el actual, sino con el anterior), hemos tenido la oportunidad de ir a trabajar a un lugar donde no estaba laborando el titular. ¿Qué sucede?, el titular tiene que enunciar la cuadrícula de acuerdo al mapa nacional y lo mínimo son 100 hectáreas. Bueno, ellos trabajan en el punto en el que está su mejor mineral ya que el mineral tiene una ley con calidad, un contenido metálico. Por ejemplo, una beta tiene 30gr. por tonelada, es decir, una onza por tonelada, claro que un pequeño minero saca poquito. Entonces, ante todo esto, viene un sistema del REINFORT que evalúa si se podrá trabajar ahí.
«Los Minerales no son un problema.»
Por lo tanto, esto tiene que tener una buena difusión con cuestiones especializadas para que exista una especie de convenio entre el titular y el minero que está dentro de su concesión, trabajando como si fuera un arrendatario. Este acuerdo no es simple, porque el señor puede negarse. En minería uno trabaja todo a la vez, no es como la agricultura que son por hectáreas. Los minerales son un caso, no un problema, porque también se trata de áreas de vida. Pero como muchos están en informalidad e ilegalidad no miden las consecuencias, tienen que utilizar explosivos, y poseer un solo cartucho es un delito grave, además de introducirse en el mercado negro.
Pero si hablamos de formalización, todo es posible. Por ejemplo, en un país cercano los pequeños mineros se asocian y venden el mineral a una mina cercana que es formal y que tiene todas las instalaciones para procesarlo, inclusive como piedra. Lastimosamente, aquí se ha escuchado a congresistas peruanos que, sin saber, dicen que nuestro país exporta piedras. No es así, ¿cómo vas a exportar eso?, esta roca tiene minerales.
Lo que ocurre en otros países es que el Estado facilita plantas de la misma nación, evalúan conforme al valor adecuado y le pagan el precio correcto. Inclusive, cuando los precios se caen, se les da a estos pequeños empresarios un valor de sustentación (un préstamo) y si el precio sube, el empresario tiene que devolver al Estado. Pero en el Perú la gente no paga sus deudas y menos el Estado, entonces malogran el sistema.
«Estoy invitando a la empresa privada. Estoy brindando capacitación, todo como un voluntariado, como es Amautas Mineros.»
Entonces, si en el Perú tenemos la suerte de establecer un buen precio para los metales que el mundo requiere, es por el mismo modernismo. La fórmula para este sector es grande, pues nos encontramos con peruanos con familia, que aspiran a un mejor futuro para sus hijos y hay que ayudarlos en este proceso. Pero sobre todo con seguridad porque ningún trabajador debe perder nada, ni una uña, ni la vida, ni nada.
- La economía peruana, en su mayoría, depende de las decisiones políticas internas y es por esto que los representantes de la Unión de Gremios del Perú demandaron coherencia al Gobierno del presidente Pedro Castillo con el fin de atraer inversiones que impulsen la reactivación, pues somos un país minero y, como dijo Erick Fischer, “están en un boom por el alza de precios”. Ante esto, ¿usted cree que los yacimientos peruanos nos permitan aperturar nuevos mercados internacionales?
Sí, por supuesto. Primero, comentar que es necesario poner énfasis en las inversiones porque es muchísimo dinero en riesgo. Entonces, la inversión es un riesgo superior en minería, mucho mayor que en petróleo, por ejemplo.
En este caso, el Perú disfruta de muy buena posición en cuanto al cobre. Sin embargo, muchas veces, el estudio de un yacimiento puede suponer que no se tiene mucho recurso, pero sí mucho contaminante, como arsénico, antimonio, etc. Entonces, ahí ingresa el economista y evalúa el costo de sacar el mineral y el precio del mercado. Con la incertidumbre de que los precios son oscilantes, es necesario hacer un estudio. Dicen que hoy en día los precios están bien, pero no se sabe cómo estará el mercado en diez años, esto es un trabajo para largo plazo. Otra cosa muy importante para el estudio económico es saber cuáles son los tributos hoy en día y cómo serán en los próximos años, esto con el objetivo de saber cual será la rentabilidad. De esta manera, el inversionista evalúa si le conviene o no.
En muchos países del mundo, se paga el 28-29%. Si aumentan el tributo ya no hay negocio. Por lo tanto, ¿cómo hacer la inversión de miles de millones de dólares? La inversión de Quellaveco es, aproximadamente, 4 mil millones de dólares; Tía María, 3.500 millones de dólares; entonces, si suben los impuestos, la inversión no da, no rinde. Le conviene al Estado establecer el impuesto, no es cuestión de no pagar. Es hacer consensos de estabilidad.
«La clave de la inversión es la seriedad con estabilidad jurídica y confianza. Es evaluar el tipo de mineral, el precio unitario, la cantidad de mineral y el yacimiento en el que se encuentra.«
Para redondear la idea, si el Estado necesita de dinero, no es una alternativa subir los impuestos, porque puede poner en riesgo la minería. Por otro lado, en el siglo XXI, estamos llenos de regulaciones ambientales, tenemos universidades con especialistas en ingeniería ambiental y todas las empresas requieren de ingenieros ambientales, además hay muchos de ellos que están haciendo sus tesis previniendo impactos negativos de tipo ambiental.
«En el Perú apareció el Ministerio del Ambiente por encima de 1994, antes no había. Entonces, verdaderamente no había un control ambiental. Dependía de cada empresa, era una responsabilidad, ahora, abarca un contexto legal. Las condiciones son diferentes.»
Por lo tanto, esta situación no debe ser un impedimento, pero sí una preocupación. Muchos dicen que la minería contamina, pero su cese negaría la oportunidad laboral a la juventud, a los jóvenes de campo que necesitan superarse. La minería permite que los jóvenes afloren capacidades, inclusive talentos, como excelentes operadores. Hemos hecho reportajes a estos señores y los publicamos en la revista del sector minero, son modelos a seguir, y ellos son los más interesados en insistir que no hayan abusos laborales, ni nada de estas cosas, ya que son procedentes de estas comunidades.
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- Acoplándonos al informe de minería y equilibrio económico, y a la pregunta de Waldo Mendoza, ¿cómo vamos a salir de la enorme depresión que ha generado el COVID-19? Considerando que a nivel mundial nos enfrentamos a una crisis energética y con fuertes consecuencias, ¿cómo repercutirá esto en la economía peruana?
El covid-19 ha sido un golpe fuerte en el mundo y los indicadores desfavorecen al Perú. El porcentaje de la población infectada del país es demasiado alto, y no solo ha afectado a la familia, sino también a los soportes económicos, convirtiendo nuestra situación en algo muy grave. En relación a la empresa, se han perdido a muchas personas con alto nivel de conocimiento. Es una desventaja a nivel empresarial ya que, según los indicadores, todas cayeron en índices de productividad.
En el sector minero, el covid-19 es mucho peor que un accidente laboral. Por ejemplo, cuando ocurre un accidente, solo una persona pierde la vida. Pero, si se infecta un trabajador, esto tiene un efecto multiplicador y con mucha rapidez. Esperemos que se pueda superar.
«Esperamos que en el 2022 se recomponga la situación, porque en este segundo semestre ya hay una mejora fuerte. Aunque aún estamos en el 50% de vacunados, esto da una ventaja. Ojalá se siga en esa línea.»
No es noticia que el covid-19 es un virus muy potente; sin embargo, en Europa ya se vuelven a usar los pulsadores, ascensores y pasamanos. El cobre sirve para estas creaciones y nuestros vecinos del sur ya lo copiaron. Se copian las cosas buenas.
Como se sabe, el Perú es el segundo productor de cobre en el mundo y el tercero es China. Cuidado, porque si China se propone a producir cobre, puede pasar a primer lugar. Por ello, se deben mejorar los procesos productivos.
Sin embargo, si se pierde la minería, aún se mantiene la pesca y el agro (el agro de calidad no de cantidad). Por esta razón, destaca la gastronomía peruana.
- Sabemos que el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú se preocupa por el futuro y desarrollo del país en relación al impacto minero. ¿Nos podría decir qué tanto influye la opinión de la institución sobre las empresas del sector y si se ha logrado algún cambio?
El Instituto de Ingenieros de Minas del Perú cumplirá 77 años de creación, siendo el emprendimiento de muchos mineros senior de aquel entonces, quienes se juntaron con el objetivo de cumplir conocimientos. La misión es hacer conferencias, las cuales ya se realizan cada jueves, excepto los feriados. Es una manera de difundir la minería de forma virtual, donde se convoca a profesionales para que colaboren de manera continua en los procesos y así propiciar las buenas costumbres, donde también es posible que la población pueda participar.
- Para finalizar, ¿qué mensaje les puede brindar a los jóvenes?
Interesante pregunta, el mundo crece de manera increíble y hay que ser multidisciplinario. ¿Por qué digo esto?, porque me gusta mucho la historia. El mundo se desarrolla en un modo muy repentino, y esto se observa desde muy poquísimo tiempo. Por ejemplo, hace cien años la gente vivía, crecía y se moría, no tenía conexión con las ciudades cercanas, a menos que utilizaran el caballo para viajar.
Entonces, cuando aparece la revolución industrial, se crean los trenes y cambian el mundo. Se interconectan las ciudades y los ferrocarriles tenían como destino recoger o enviar su mercadería en el puerto. Para esto, a la gente le agradaban los puertos, las playas; el empresario se dio cuenta y decidió movilizar a las personas. Hoy en día es una interconexión total, entonces el que está lejos de la conectividad, del manejo de computadoras y las tecnologías que van apareciendo, se va quedando. El mundo es una competencia.
Para los jóvenes que hoy en día tienen el conocimiento, la tecnología y diferentes formas de conectividad, necesitan prepararse en muchos campos. Por ejemplo, la minería es un campo amplio. Tienen que informarse, la minería está mecanizada, se trabaja con computadoras. Uno está en la oficina, y en el campo las máquinas están desarrollandose de manera autónoma o semi-autónoma. Lo mismo sucede con los operadores, el rendimiento es mucho mayor, las condiciones han cambiado.
«Los futuros colegas mineros tienen que hacer talleres de mecánica, electricidad, hidráulica, termodinámica y no solo minería. Y, de igual manera, las carreras conexas, topógrafos, ingenieros ambientales, antropólogos, son quienes pueden apoyar a la actividad minera.»
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