En las últimas semanas se han incrementado las amenazas entre la OTAN y el país ruso acerca de la capacidad bélica entre ellos. Las declaraciones de los más altos líderes de las naciones involucradas explican el momento tenso en que se está viviendo en el sector norte del globo.
Rusia firme contra todos
En el mes de febrero, Vladimir Putín, quien se prepara para otro mandato, según analistas internacionales, mencionó la aterradora palabra que asustó al mundo entero: armas nucleares. El jefe máximo del Kremlin advirtió en el discurso anual sobre el estado de la nación que su país tenía la capacidad nuclear para destruir todo lo que conocemos: «Todo esto realmente amenaza con un conflicto con el uso de armas nucleares y la destrucción de la civilización. ¿No lo entienden?». Esta postura tajante ocurrió cuando Macron barajeó la idea de que Francia envié tropas a territorio ucraniano, lo cual fue desestimado por líderes europeos y de Estados Unidos. El dictador Putin estableció que cualquier tipo de injerencia directa por algún miembro de la OTAN traería consecuencias «trágicas».
Hace unos días, debido al ingreso de los últimos dos miembros de la OTAN, Finlandia y Suecia, Putin ejecutó lo que había prometido: el envío de tropas en la frontera con Finlandia. «Este es un paso absolutamente sin sentido (para Finlandia y Suecia) desde el punto de vista de garantizar sus propios intereses nacionales (…) No teníamos tropas allí (en la frontera finlandesa), ahora estarán allí. No había sistemas de destrucción allí, ahora aparecerán», reiteró. A la par de dicho mensaje, volvió a dejar en claro su intención de hablar en términos de «Guerra Nuclear», si existiese apoyo por parte de los países occidentales a Ucrania.
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Respuesta de Macron
Sin embargo, estas declaraciones rusas no amilanaron la visión de Macron sobre la situación ucraniana, ya que volvió a referirse de la necesidad de apoyar a Ucrania frente a la invasión. En este sentido, solicitó a sus iguales de Europa a «prepararse para la guerra para conseguir la paz». Esto se entiende como una muestra de firmeza frente a las amenazas recibidas a inicios de este mes. Asimismo, continúo su discurso televisivo con la advertencia a suelo europeo “Si Rusia gana esta guerra, la credibilidad de Europa se reducirá a cero”.
“Si decidimos ser débiles frente a alguien como Putin, que no tiene límites, si le decimos de forma ingenua que no superaremos este o ese límite, no sería buscar la paz; sería asumir la derrota”, fue el aviso que Macron realizó a los demás países europeos en medio de una crisis de seguridad que está poniendo en alarma a las fuerzas de la Unión Europea.
El presidente francés se reunió el viernes con Olaf Scholz y Donald Tusk, líderes de Alemania y Polonia respectivamente, para establecer apoyo adicional al país ucraniano. Las autoridades se manifestaron de manera diferente acerca el cómo se procederá el apoyo, pero sí dejaron en claro que existía una necesidad de ayudar.
Preocupación en Europa
Esta tensión que existe entre Rusia y Francia no ha pasado desapercibida por la Unión Europea, la cual se mantiene expectante frente cómo puede ser la escalada bélica. Es así que la entidad está en búsqueda de impulsar sus inversiones y cooperación en la industria de defensa. «Necesitamos una resistencia más fuerte, no solo por Ucrania, sino por nosotros», dijo hace unos pocos meses, Josep Borrell, el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior. Una clara muestra de la situación que se está viviendo y las intenciones que tienen las autoridades de la UE.
¿Cuál es el problema con la inversión en seguridad y defensa? Aun no existen consensos sobre la forma de cómo financiar este aumento de inversión. La idea es clara sobre la necesidad de invertir, ya que los distintos ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) ya coincidieron; sin embargo, las ideas difieren y ralentizar las decisiones que puedan ejecutarse.
Resulta importante precisar que en los últimos años ha existido un incremento en las inversiones relacionadas en defensa y seguridad dentro de la UE, pero la situación actual, que pone en peligro la misma existencia de la Unión Europea, amerita un incremento significativo.