El sábado primero de Octubre del presente año Seúl y Tokio detectaron el lanzamiento de dos misiles balísticos con dirección a Hokkaido, la isla principal más septentrional del país. El Ministerio de Defensa japonés detectó que fueron misiles norcoreanos provenientes de la provincia de Jagan. Se confirmó que los misiles impactaron en el Océano Pacífico, fuera de la zona económica exclusiva japonesa.
Esta es la primera vez desde 2017 que Corea del Norte se ha atrevido a realizar el lanzamiento de misiles balísticos sobre Japón. Alzando nuevamente las tensiones sobre la región Asia Pacífico Este.
«Comportamiento violento»
La ONU prohibió a Corea del Norte a realizar pruebas de armas balísticas y nucleares. El primer ministro de Japón, Fumio Kishida condenó las acciones de Corea del Norte y describió el lanzamiento como un «comportamiento violento» y una provocación. Acto seguido, el portavoz del gobierno nipón, Hikorazo Matsuno, manifestó en una rueda de prensa que «la serie de acciones de Corea del Norte, incluidos sus repetidos lanzamientos de misiles balísticos, amenazan la paz y la seguridad de Japón, y plantean un serio desafío para toda la comunidad internacional».
Asimismo, el diplomático estadounidense de la región Asia Pacífico Este, Daniel Kritenbrink, también condenó lo ocurrido y calificó de «desafortunada» la decisión de Corea del Norte.
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¿Provocación o advertencia?
El lanzamiento del misil balístico se produjo durante el desarrollo de ejercicios navales conjuntos de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, y coincidió con la visita de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris a Seúl.
Los ejercicios perpetuados por estos tres países representan una gran amenaza con un claro mensaje para Pyongyang y Kim Jong-un. La última vez que se realizaron estos ejercicios, hace más de 4 años, Corea del Norte disparó dos misiles sobre Japón en respuesta. Una semana después, realizó una prueba nuclear.
El régimen comunista de Corea del Norte ha multiplicado los ensayos con misiles balísticos este año, lanzando más de cinco en los últimos diez días. Llegando a disparar el cohete más potente de su historia, un Hwasong-17 intercontinental.
Estos lanzamientos balísticos suman una nueva detonación en la inestable y peligrosa escalada norcoreana. Inteligencia surcoreana sugiere que Corea del Norte se está preparando para probar otra arma nuclear. Los análisis de inteligencia creen que Kim Jong-un esperará hasta que China, su principal aliado celebre el congreso del Partido Comunista a finales del presente mes.
Los ministerios de Japón y Corea del Sur, en la actualidad, trabajan conjuntamente en estrechar sus vínculos para hacer frente a la amenaza norcoreana. Desde Corea del Sur, el presidente Yoon Suk-yeol prometió una «respuesta severa» de su país y la comunidad internacional a las «provocaciones imprudentes del Norte».
