Leonardo Longa, general de división (r) del Ejército del Perú y ex jefe del comando especial del VRAEM, brinda importantes declaraciones sobre los intempestivos nuevos relevos y nombramientos en las comandancias de las FFAA. Longa comparte con Diario El Gobierno detalles sobre lo que considera un “insulto a las Fuerzas Armadas”.
La importancia de la institucionalidad en las FF.AA
El Excomandante General de la Cuarta División del Ejército reivindica la necesidad de comprender lo sucedido política e institucionalmente. Las cuestionables determinaciones del presidente Castillo tienen un carácter peligroso y trascendental. El general invita a reflexionar sobre la importancia de la institucionalidad militar considerando que «(…) si observamos a Venezuela, Nicolás Maduro se mantiene en el poder gracias a ellas, en cuba las Fuerzas Armadas mantienen al presidente de turno y en Bolivia se mantuvieron firmes y Evo salió, pero luego terminaron sometiéndose». Hoy en días las Fuerzas Armadas no dan golpes de estado para sacar presidentes, sino, mantienen presidentes en el gobierno.
Según el papel crucial del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, para salvaguardar la democracia, se tienen que proteger y respetar sus lineamientos. El general Longa catalogó como indignante que se haya tratado de ejercer influencias sobre procesos internos de la institución.
La ciudadanía debería poder confiar en que el Estado respeta las normas de sus instituciones. El ex alto mando militar sostiene que en el caso del Ejército: «(…) uno empieza desde subteniente, teniente, capitán, mayor, comandante y así hasta llegar al más alto cargo por profesionalismo y meritocracia». El espíritu meritocrático del avance en la carrera militar es lo que asegura que las FF.AA se mantengan respetando y protegiendo la constitución. El relevo de los jefes de las FF .AA por no permitir una interferencia política peligrosa, es condenable.
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Relevos legítimos e ilegales
Cuando se le consultó sobre la legitimidad de los nuevos nombramientos respondió: «Estos han atentado contra la moral de la Fuerza Armada y contra la ley». A diferencia del cargo de ministro, el puesto de comandante general no es un puesto de confianza. El presidente tiene la potestad de elegir quién asume la jefatura entre los tres generales más antiguos, «(…) ahí termina la confianza». Por legislación el comandante general debe permanecer dos años y excepcionalmente tres.
Cualquier destitución antes del tiempo establecido debe ser justificada por una falta grave. El exmilitar señala que este sí sería un relevo sin cometer excesos. Al no haberle comunicado a los actuales mandos destruidos el motivo por el que se les retira del puesto los hechos constituyen «(…) un insulto para los militares». Califica la actitud del gobierno como cobarde. «No es un acto digno, sino una cobardía que no te digan a los ojos, le retiro la confianza general, con un motivo válido».
El entrevistado pone sobre la mesa el papel de la labor fiscalizadora del congreso. «(…) Espero que el congreso actúe a la altura de la situación>>, arguyó. Asimismo, hace un llamado a la ciudadanía a no permitir que se realicen acciones políticas que pretendan tomar control sobre instancias militares. Respecto a las pruebas de intromisión oficialista en los ascensos dentro el Ejército y la FAP señaló que <<hay una incapacidad moral».
La responsabilidad política de lo acontecido recae sobre el Ministro de Defensa Walter Ayala, el Presidente Castillo y por añadidura la Presidenta del Consejo de Ministros. «La responsable política de todo lo que suceda en el gabinete es Mirtha Vásquez», hizo presente. Se sabe que las FF .AA no cumplen funciones políticas, pero el congreso y la sociedad civil sí: <<Si es que se tiene que ir hasta una vacancia se tiene que hacer (…) No se puede dejar el gobierno en manos de agentes que no tienen claros buenos deseos para la nación».
Reafirmó además que los procesos de ascenso, retiro y cambios de colocación tienen que ser justos y ceñirse a las necesidades del país y de la institución. No deben responder a la lealtad hacia una sola persona. Es por ello que querer “gente leal” no es razón válida para ejercer un cambio en un puesto por que en un país democrático «todos deben ser leales, pero leales al país, a la nación y a la ley».
Posibles pretensiones antidemocráticas sobre las FF.AA
Ayala manifestó que no hubo ninguna objeción en la lista de ascensos presentada y que los cambios estuvieron sujetos a la prerrogativa del presidente. Longa insiste en la insuficiencia de tal explicación: «No es que haya habido o no intromisión lo que está en tela de juicio (…) se tiene que explicar claramente a los militares que han sido insultados y al Perú, por qué razón se releva al comandante general del Ejército y la FAP después de tres meses. Solo tienen que explicar eso». De cara al silencio político que caracteriza a Pedro Castillo, asume que se trata de controlar la milicia. «Para no pensar en aspiraciones antidemocráticas deben explicar (…) Colocando a gente de confianza yo controlo las FF.AA y puedo hacer lo que quiera con el sistema político».
El exjefe del comando especial del VRAEM vincula estas movidas militares del presidente con la resolución suprema que permite al Ejército salir a las calles en apoyo a la Policía Nacional. La norma determina que a quién le corresponde enfrentar la inseguridad ciudadana es a la policía: «El ministerio público, el INPE, el Poder Judicial, deben encargarse de manejar la inseguridad, no las FF .AA» . El también experto en Ciencias Militares y planeamiento estratégico acota que la intención de involucrar a los militares en la misión policial no responde a un interés en el bien común sino que su proceder «busca desprestigiarlas y debilitarlas».
Longa reconoce que la población ve con buenos ojos que la tropa salga a la calle. Así muestra como la decisión del presidente se trata de un montaje que nos ciega. <<Si eres delincuente enfrentas a la policía con una pistola, pero si ya no sólo enfrentas a la policía sino a un miembro de las FF .AA que trae un fusil, tú vas a decidir enfrentarlo con un fusil también>>. Escala la tensión y la violencia. Tras ello concluye que existen intenciones ocultas: «Se pretende un debilitamiento de las FF .AA para asegurar un control sobre ella». El actual manejo de la política se presenta como una amenaza».
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