El Megapuerto de Chancay, estratégicamente ubicado en la costa central del Perú, solamente a 80 km al norte de Lima, es un proyecto monumental que busca simplificar el comercio internacional, conectando al Perú y Sudamérica con mercados clave en Asia, Europa y Norteamérica. Su principal legado se materializa en la generación masiva de empleo, tanto directo como indirecto, impulsando el desarrollo económico local y atrayendo inversiones extranjeras.
Nexo comercial estratégico para la región
La participación activa de China en el desarrollo del Megapuerto de Chancay representa un hito significativo en la asociación estratégica de la infraestructura sudamericana. China no solo ha expresado un interés estratégico al invertir en este proyecto, sino que también se ha convertido en el socio principal del mismo. El liderazgo está bajo la responsabilidad de Cosco Shipping, una empresa estatal china que posee el 60% de participación, en colaboración con Volcan, una empresa minera peruana con una inversión superior a US$3,6 billones en el proyecto.
Al participar en proyectos de infraestructura en Sudamérica, China asegura su acceso a mercados estratégicos y recursos naturales. Por otro lado, Sudamérica se beneficia al abrir las puertas a nuevas oportunidades comerciales. La región experimenta un impulso económico a través de la creación de empleo, el desarrollo de industrias locales y la mejora de la competitividad internacional.
En ese sentido, además, Sudamérica aspira a mejorar su competitividad al ofrecer tiempos de envío reducidos y una infraestructura portuaria de clase mundial. Este proyecto no solo atiende las necesidades inmediatas de transporte y comercio, sino que también establece una base sólida para el futuro. Con una visión a largo plazo, se aspira a ser un punto focal comercial y un pilar esencial para el desarrollo sostenible y el progreso constante de la región.
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Dilema geoestratégico previsible
La participación activa de China ha suscitado inquietudes en Washington desde el principio. Los funcionarios estadounidenses han cuestionado la influencia china en la infraestructura peruana desde las etapas de negociación, desencadenando una vigilancia cuidadosa. Aunque Sudamérica no figure actualmente como una prioridad en la agenda internacional, de igual manera, se vislumbra una dinámica que impacta la relación Sur-Norte.
Estas inquietudes reflejan las tensiones en la competencia global entre China y Estados Unidos. La participación china en proyectos estratégicos, enmarcada en su ambiciosa iniciativa de «la Franja y la Ruta» (BRI), busca fortalecer conexiones comerciales mundiales. Sin embargo, este contexto amplía la preocupación, ya que la inversión no solo impulsa el comercio, sino también consolida la presencia china en regiones estratégicas, reconfigurando aún más el equilibrio internacional.
Expectativas por la próxima visita de Xi Jinping 2024
La fase final de construcción del megapuerto y su inauguración oficial coincidirán con la visita presidencial de Xi Jinping a Perú a finales de año. Este hito crucial consolidará la importancia estratégica del proyecto, brindando la oportunidad de fortalecer la cooperación multisectorial. Desde acuerdos comerciales hasta compromisos en sostenibilidad, se promoverá una colaboración integral entre ambas regiones en diversos aspectos clave.
La visita de Xi Jinping se proyecta como un catalizador para impulsar las relaciones comerciales entre China y Sudamérica. Se anticipan acuerdos y compromisos que fortalezcan la posición del Megapuerto de Chancay como un referente clave en la red global de comercio de China, ofreciendo a los países sudamericanos acceso preferente a los mercados asiáticos.