Las Fuerzas Armadas del Perú estuvieron durante varias semanas bajo el ojo de la tormenta. ¿El motivo? Los ascensos que prometían elevar a otras categorías a miembros de una de las instituciones más importante del país fueron, aparentemente, producto del «amiguismo»; ese que tanto ha caracterizado al gobierno perulibrista hasta el momento. Sin embargo, con ánimos de reivindicarse, el Ejecutivo ha propuesto un nuevo reglamento de la Ley de Ascensos de Técnicos y Suboficiales de las Fuerzas Armadas. De acuerdo a lo expresado por el titular de la cartera de Defensa, este garantizará transparencia en las decisiones que se tomen de ahora en adelante.
Vergonzoso contexto
El pasado mes de noviembre, el comandante general del Ejército, José Vizcarra Álvarez, pasó a situación de retiro, incluso, cuando él no lo sabia. Su denuncia pública, anunciada en una entrevista para El Comercio, ofreció un panorama más amplio de lo que podría estar ocurriendo en las Fuerzas Armadas. Según lo expresado por él, nadie le avisó respecto a los cambios dentro de la institución. Sin embargo, de lo que sí tenía conocimiento era sobre una lista de personas que buscaban ascender de categoría.
De acuerdo a su testimonio, alrededor de 9 o 10 nombres le llegaron a su bandeja de mensajes de WhatsApp. Aparentemente, el mismo presidente de la República y su hombre de confianza, Bruno Pacheco, buscaban beneficiar a terceros a través de favores.
José Vizcarra, en aquella entrevista, afirmó que él explicó los motivos por los que aquellas personas no podían ascender. No obstante, parece ser que por ese mismo motivo él fue retirado del cargo que ocupaba. “¿Y quién garantiza que usted va a seguir como comandante general del Ejército?”, le habría dicho Pacheco días previos a que se enterara de su cese por El Peruano.
A raíz de esta situación, el Ejecutivo y las Fuerzas Armadas fueron duramente criticados por la prensa, personalidades políticas y, sobre todo, por la opinión pública. El resto es historia. El ministro Walter Ayala puso su cargo a disposición y Bruno Pacheco, también. Actualmente, la fiscalía mantiene en pie una investigación para conocer quiénes serían los responsables. Por esta razón, el presidente tuvo que rendir sus declaraciones en diciembre pasado.
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Objetivo de la norma
El reglamento de la Ley N° 31251 – «Ley de Ascensos de Supervisores, Técnicos y Suboficiales u Oficiales de Mar de las Fuerzas Armadas»- fue publicado el 15 de enero por el diario El Peruano. Su objetivo principal es garantizar que los ascensos dentro de la institución sean justos. Es por ello que, con esta norma, el Ejecutivo plantea que quiénes logren obtener una nueva categoría sean personajes idóneos para el cargo. Se espera que el reglamento regule el sistema de evaluaciones, mismo que sirve para conocer qué personas se encuentran verdaderamente calificadas.
Por ello, el ministro de Defensa, Juan Carrasco, expresó en su cuenta de twitter que este nuevo reglamento espera garantizar la meritocracia, legalidad y transparencia dentro de la institución. Además, afirmó que el objetivo también se centra en velar por la igualdad de derechos y oportunidades.
Por otro lado, el viceministro de la cartera afirmó que este es un trabajo en conjunto. Tanto el Ejecutivo como el Legislativo trabajaron en la propuesta, a fin de que esta sea una herramienta para transparentar todo lo referente a este tipo de procesos. Tal y como informó La República, el viceministro Rigoberto Coico, mencionó que «Este reglamento demuestra el trabajo articulado que tiene el Ministerio de Defensa con los tres institutos armados»
No más ascensos por «favores»
Meritocracia, legalidad y transparencia. Luego del vergonzoso episodio por el que pasó el Perú meses atrás, sin lugar a dudas, una norma como esta le cae «como anillo al dedo». Es necesario que se regulen y transparenten procesos tan importantes como los que refieren los ascensos dentro de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, aún queda una pregunta suelta y que, aparentemente, no tiene respuesta: ¿realmente se respetarán estas nuevas medidas o acaso se convertirán en un «saludo a la bandera»?