Venezuela ha anunciado la detención de seis extranjeros, incluyendo a un infante de Marina de EE.UU., bajo la acusación de un complot para “desestabilizar” el país. El mismo país que ha estado en crisis desde las disputadas elecciones de principios de año. El ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, afirmó que el complot, dirigido por la CIA, tenía como objetivo asesinar al presidente Nicolás Maduro. Por su parte, Estados Unidos ha rechazado categóricamente estas afirmaciones.
Venezuela informó que incautó 400 fusiles estadounidenses y arrestó a varios extranjeros en relación con el supuesto complot. Esta acusación surge en un contexto en el que la oposición, varios líderes latinoamericanos y Estados Unidos no reconocen la victoria electoral de Maduro, que ha desencadenado protestas mortales y arrestos masivos.
Contexto del arresto
Durante una conferencia de prensa, Cabello identificó al infante de Marina como Wilbert Castañeda, a quien calificó de líder de la operación. También nombró a otros dos estadounidenses detenidos: David Estrella y Aaron Barrett Logan. Además de los estadounidenses, fueron arrestados dos ciudadanos españoles, José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme, así como un ciudadano checo, Jan Darmovzal. Las autoridades venezolanas también aseguraron 400 fusiles estadounidenses relacionados con el supuesto complot. De esta manera, Cabello acusó a la CIA y al Centro Nacional de Inteligencia de España de estar detrás de la operación para asesinar a Maduro y a otros políticos venezolanos de alto rango, incluido él mismo y el vicepresidente.
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Reacción de Estados Unidos y España
EE.UU. ha desmentido estas afirmaciones, con un portavoz del Departamento de Estado calificándolas de “categóricamente falsas”. Asimismo, se ha reiterado el apoyo estadounidense a una solución democrática para la crisis en Venezuela. España, por su parte, ha solicitado más información a Venezuela sobre los ciudadanos detenidos y ha negado cualquier implicación en la operación de desestabilización. De hecho, afirmó que los detenidos no forman parte del CNI ni de ningún organismo estatal español.
Situación de Venezuela
Paralelo a ello, Venezuela sigue lidiando con las consecuencias de las elecciones presidenciales de julio, en las que Maduro se declaró ganador. Ello a pesar del escepticismo global y la oposición que considera que la votación fue robada. La coalición que respalda al líder opositor Edmundo González afirma que Maduro perdió la presidencia por un margen significativo. Así, Estados Unidos reconoció a González como el candidato que recibió más votos, pero no como presidente electo. González huyó a España tras la emisión de una orden de arresto por terrorismo, conspiración y otros delitos.
Así, las autoridades venezolanas han sido acusadas de llevar a cabo una represión brutal contra la oposición, con miles de arrestos y un clima de miedo que ha llevado a muchos a huir del país. EE.UU. ha impuesto sanciones a funcionarios de Venezuela por obstruir la elección. Además, ha incautado un avión venezolano usado por Maduro en la República Dominicana, con un segundo avión bajo vigilancia constante.
Las protestas contra el gobierno de Maduro han sido reprimidas con dureza. De hecho, dentro de Venezuela, el gobierno de Maduro ha intensificado la represión, con más de 2,400 personas arrestadas y muchas otras huyendo del país. Ante ello, organizaciones de derechos humanos han documentado numerosos abusos. En este contexto, las acusaciones de un complot extranjero para asesinar a Maduro pueden ser vistas como un intento del gobierno de desviar la atención de los problemas internos y consolidar su poder.