En una semana de intensa actividad legislativa, el viernes se erigió como el día culminante, donde convergieron numerosos eventos determinantes para la politica en el pais. Con la presidencia del congreso postergando la votación crucial contra la Junta Nacional de Justicia (JNJ) para ese día, se tejieron estrategias y cálculos políticos que finalmente no arrojaron los resultados esperados.
Se convirtió en un crisol de decisiones trascendentales y expectativas, donde se buscaba que las votaciones previas sirvieran como moneda de cambio en una especie de juego político. No obstante, estas maniobras tácticas no lograron alcanzar los objetivos planteados, mostrando una tendencia que se ha vuelto frecuente desde la asunción de Dina Boluarte, donde la capacidad de acción del ala más fuerte de Renovación Popular parece tambalear y los cálculos políticos no culminan como se esperaba.
Estos acontecimientos revelan una dinámica compleja y desafiante en el actual escenario político, donde la estrategia y la capacidad de ejecución se entrelazan en un juego de equilibrios y desequilibrios constantes. El viernes se convirtió en el reflejo de una legislatura agitada, donde las decisiones, los intereses y las expectativas se entrecruzaron, dejando en evidencia una realidad política cambiante y llena de incertidumbre.
El intrincado debate en torno a la destitución de la JNJ
La situación se torna insostenible para la ex-Fiscal de la Nacion, Patricia Benavides, cuyo retorno al cargo parece improbable en el corto plazo. Incluso si la Junta Nacional de Justicia (JNJ) fuese destituida en su totalidad y sus miembros revertiesen la suspensión, o si el Poder Judicial le otorgara un sólido respaldo, enfrentaría la oposición feroz del Ministerio Público. Sin embargo, dentro de la lógica política de las bancadas de derecha, la destitución de la JNJ no carece de sentido, incluso si Benavides estuviera en una posición comprometida.
Uno de los principales defensores de la remoción, Alejandro Muñante, afirmó abiertamente en una entrevista en vivo que no espera la reinstauración de la ex fiscal.
El debate sobre la destitución de la JNJ fue menos relevante que el cómo y cuándo llevarlo a cabo, asegurando el derecho a la defensa. La idea de repetir el estándar de noviembre, cuando el Congreso estuvo cerca de votar la destitución en el pleno (frenado por una medida cautelar del Poder Judicial), resultaba complicada en comparación con la urgencia actual. Encontraron una interpretación ampliada de la normativa de la JNJ que indica la destitución como una posible sanción para magistrados que no adviertan sus conflictos de interés. Sin embargo, esta sanción solo podría ser aplicada por el pleno de la JNJ en un proceso disciplinario.
Una opción más razonable, desde el punto de vista de los detractores de la JNJ, era invocar el Artículo 43 de la Ley Orgánica de la JNJ, que establece que ante una presunción de delito, como es el caso actual, se debe presentar una denuncia constitucional al Congreso. Sin embargo, este artículo no prohíbe llevar a cabo investigaciones o tomar medidas cautelares simultáneamente.
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Entre censura y mociones de reconsideración
Renovación Popular buscaba que la moción se sometiera a votación de todas maneras. Durante la sesión, Muñante, notablemente molesto, se movía inquieto alrededor de su asiento y dialogaba con colegas como Arturo Alegría (de Fuerza Popular), quien es vicepresidente de la Mesa Directiva, y con Luis Iberico, principal asesor de Soto, este último tratando de transmitir calma.
Después, Alegría se aproximó al presidente del Legislativo, pero este último parecía indicar que no habría marcha atrás en la situación. Posteriormente, Soto manifestó ante el pleno que aún no podía fijar una fecha precisamente debido a la necesidad de determinar los cargos solicitados por la JNJ.
Aunque el próximo período legislativo comienza en marzo de 2024, existe la posibilidad de que se convoque a un pleno extraordinario en enero o febrero para abordar este tema.
En cuanto a otras mociones presentadas, Montoya anunció su intención de impulsar la censura contra Soto, pero el documento no se presentó durante la sesión del viernes y se pospondría hasta el 2024.
Un sinsabor incómodo
Por su parte, Fuerza Popular propuso reconsiderar una moción anteriormente rechazada para que la Comisión de Justicia lleve a cabo una investigación sumaria sobre la JNJ en relación con la destitución de Benavides. Esta vez, la propuesta fue aprobada con 65 votos. Sin embargo, Isabel Cortez de Cambio Democrático presentó una reconsideración que también se resolverá en la próxima legislatura.
Tras esa votación, los ánimos se calmaron. Fuerza Popular respaldó su propuesta para la creación de una comisión especial que sugiera un plan de reforma para todo el sistema de administración de justicia, pero esta propuesta fue rechazada.
Hubo sorpresa en el hemiciclo cuando el presidente del Congreso cerró la sesión y la legislatura a las 5:14 p.m., mucho antes de lo previsto. Soto se retiró de inmediato hacia su despacho, dejando a congresistas, asesores y funcionarios conversando entre sí.