Luego de cincuenta años de dictadura, el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham derrocó el régimen de Bashar al-Ásad. La presente organización tildada como terrorista, tendrá como reto mantener un gobierno estable con la finalidad de contar con la aprobación de la comunidad internacional.
Al-Ásad y su familia habrían llegado a Moscú
Siria entró en un episodio completamente desconocido en su historia. Bashar al-Ásad ha sido derrocado. Además de ello, se demolieron estatuas de su familia y se derribó los muros de las prisiones. En ellas, se constató las violaciones contra los derechos humanos que por años fueron cuestionadas. Las cárceles fueron empleadas como medio para infundir temor a la población.
Al-Ásad y su familia habrían llegado a Moscú dado a un asilo por razones humanitarias. Asimismo, se ha informado que los funcionarios rusos mantuvieron negociaciones con el grupo islamista para asegurar las bases y misiones diplomáticas en Rusia.
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¿Qué es el Hayat Tahrir al Sham?
El Hayat Tahrir al Sham (HTS), en español denominado el Organismo de la Liberación del Levante, fue una filial de Al Qaeda. El jefe del grupo es Abu Mohamad al Jolani. El Departamento de Estado de Estados Unidos la considera una organización terrorista. En consecuencia, se le ha instaurado diversas sanciones, incluyendo la prohibición de brindar cualquier tipo de ayuda.
Sin embargo, las sanciones no impiden legalmente que los funcionarios estadounidenses se comuniquen con los grupos designados. Recientemente, los medios han pasado a denominar la organización terrorista a calificarla como una «oposición armada».
¿El resurgimiento del grupo terrorista Estado Islámico (EI)?
La comunidad internacional posee una preocupación: el posible resurgimiento del grupo terrorista Estado Islámico (EI), que se apoderó del territorio en Siria e Iraq en el 2014. Estados Unidos y Europa temen que se produzca una fragmentación del país y que posibilite un surgimiento de EI.
Ante esos sucesos, Antony Blinken ha confirmado que Estados Unidos ha establecido un diálogo con Hayat Tahrir al-Sham. El secretario estadounidense afirmó que era necesario la comunicación con el grupo opositor para evaluar cómo pretende gobernar en un período de transición. Esta actuación ha sido cuestionada, pues previamente se calificó a la organización como «terrorista».
