El partido político Renovación Popular enfrenta una crisis interna significativa tras la renuncia de tres de sus congresistas más prominentes: Jorge Montoya, José Cueto y Javier Padilla. El 22 de mayo de 2024, los parlamentarios anunciaron su dimisión de la militancia en el partido, pero aclararon que continuarían en la bancada parlamentaria. Esta decisión ha puesto de relieve profundas diferencias y conflictos con el líder del partido y alcalde de Lima, Rafael López Aliaga.
Montoya, en una carta dirigida a López Aliaga, expresó que su renuncia se debió a la violación de «garantías del debido procedimiento y a los derechos contenidos en el Reglamento Interno del grupo parlamentario». En una entrevista con Canal N, Montoya fue más allá, acusando a López Aliaga de intentar instaurar una «monarquía» dentro del partido. «No podemos estar en un partido que se quiere tener un poder absoluto, estando en una democracia», afirmó Montoya. Estas declaraciones subrayan un descontento profundo con la dirección autoritaria que, según los congresistas, López Aliaga intenta imponer en Renovación Popular.
Manipulación y Control: Las Denuncias de Cueto
José Cueto, por su parte, señaló en redes sociales y entrevistas que su renuncia se debe a los múltiples intentos de la dirigencia del partido para «fragmentar y manipular» la bancada parlamentaria. Cueto destacó su firmeza en los principios de defensa de la vida, la familia y la patria, pero se mostró tajante en su rechazo a las prácticas manipuladoras que, según él, han caracterizado la conducción de López Aliaga. «Luego de meditarlo mucho, he decidido renunciar al Partido Renovación Popular», afirmó Cueto, dejando claro que su decisión fue el resultado de una reflexión profunda sobre la situación interna del partido.
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El Contexto de la Crisis: La Campaña de López Aliaga
La renuncia de los congresistas se produjo en un momento crítico para Renovación Popular, justo cuando López Aliaga se encontraba en medio de actividades proselitistas en Iquitos, Loreto, en el marco de su campaña para las elecciones presidenciales de 2026. El 22 y 23 de mayo, el alcalde de Lima había solicitado una licencia aprobada por el Concejo Municipal de Lima para ausentarse bajo el concepto de «descanso físico vacacional». Sin embargo, esta ausencia fue utilizada para encabezar una conferencia política y anunciar la fusión de Renovación Popular con un movimiento regional.
En Iquitos, López Aliaga enfatizó la necesidad de una candidatura de consenso para las elecciones presidenciales, aunque afirmó que no postularía él mismo y que se mantendría en la alcaldía hasta completar su gestión. Este anuncio, sin embargo, contrasta con las críticas internas y la percepción de un liderazgo centralizador y autoritario, que según Montoya y Cueto, busca consolidar un poder absoluto dentro del partido.
División Interna: Un Partido Fragmentado
Las declaraciones de los congresistas renunciantes revelan una bancada parlamentaria profundamente dividida. Por un lado, se encuentran Montoya, Cueto, Padilla, Gustavo Pacheco y Gladys Echaíz, mientras que por el otro están Alejandro Muñante, Jorge Zeballos, Noelia Herrera y Miguel Ciccia. «Somos cinco congresistas que estamos pensando igual», mencionó Montoya, subrayando la fractura existente. Esta división interna plantea serios desafíos para la cohesión y la efectividad de Renovación Popular en el Congreso.
Montoya y Cueto han sido claros en su rechazo a las modificaciones del reglamento interno propuestas por López Aliaga, que consideran anticonstitucionales. Estas modificaciones, según los congresistas, otorgan un poder excesivo al presidente del partido, permitiéndole cambiar y nombrar a quien quiera sin consulta ni consenso. Este tipo de liderazgo, señalan, es incompatible con los principios democráticos que deberían regir una organización política.
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Futuro Incertidumbre: ¿Qué Sigue para Renovación Popular?
La salida de Montoya, Cueto y Padilla del partido, pero no de la bancada, deja a Renovación Popular en una situación delicada. Si bien los congresistas han declarado que no tienen intención de crear una nueva bancada ni adherirse a otra, su permanencia en la bancada actual podría ser una fuente constante de tensiones y conflictos. «Vamos a tratar de ordenar la bancada y solucionar el impase que se ha presentado», afirmó Montoya, mostrando una disposición a seguir trabajando dentro del marco parlamentario, pero sin la influencia de López Aliaga.
La renuncia de estos tres congresistas también plantea interrogantes sobre la capacidad de López Aliaga para mantener la cohesión y la disciplina dentro del partido. Su estilo de liderazgo ha sido criticado no solo por los congresistas renunciantes, sino también por otros miembros de la bancada que han expresado su descontento en privado. Esta situación podría erosionar la base de apoyo de López Aliaga y debilitar su posición tanto en el partido como en la política nacional.
Una Crisis de Liderazgo
La renuncia de Montoya, Cueto y Padilla refleja una crisis de liderazgo en Renovación Popular que va más allá de diferencias personales o disputas internas. Lo que está en juego es la visión y el rumbo del partido, así como la capacidad de López Aliaga para liderar de manera inclusiva y democrática. Sus intentos de centralizar el poder y manipular las estructuras internas han generado un clima de desconfianza y conflicto que amenaza con fracturar el partido.
Renovación Popular se encuentra en una encrucijada. Para superar esta crisis, el partido necesita una revisión profunda de su liderazgo y una revalorización de los principios democráticos que deben guiar su acción política. La capacidad de López Aliaga para reconocer estos errores y abrirse a un liderazgo más participativo y transparente será crucial para el futuro del partido. De lo contrario, Renovación Popular corre el riesgo de fragmentarse y perder su relevancia en la escena política peruana.
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