El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, pidió al primer ministro del país, Benjamin Netanyahu, que descarte públicamente la posibilidad de que Israel gobierne Gaza. De esta manera, advierte que se opone a un dominio israelí en el enclave palestino y espera que se presenten los planes para la posguerra.
Gallant afirmó que después de Hamas, Gaza debería ser controlada por entidades palestinas con apoyo internacional. Así, solicitó a Netanyahu que declare que Israel no establecerá un control civil ni militar sobre Gaza, y que proponga una alternativa inmediata de gobierno.
Incertidumbre mundial
Estas declaraciones surgen en un momento de incertidumbre sobre la estrategia de Israel en Gaza, después de que el ejército israelí enviará tropas al norte de Gaza para combatir a militantes de Hamas que regresaron tras un vacío de poder. Militares israelíes y altos funcionarios estadounidenses, como el Secretario de Estado Antony Blinken, han advertido que la anarquía y el caos podrían llenar el vacío de poder sin una estrategia clara para la posguerra.
Gallant ya había expresado su oposición al control israelí sobre Gaza, pero sus declaraciones recientes fueron más enfáticas. Esto debido a que advirtió sobre las consecuencias de una ocupación militar prolongada, incluyendo un alto costo en vidas y económico.
Netanyahu respondió que ni Hamas ni la Autoridad Palestina serían aceptables para gobernar Gaza, insistiendo en la eliminación de Hamas como condición para un nuevo gobierno civil. «Mientras Hamas siga en su lugar, ninguna otra entidad entraría en Gaza para administrar los aspectos civiles, especialmente no la Autoridad Palestina» comentó.
Las declaraciones de Gallant provocaron una controversia política en Israel. Legisladores de derecha criticaron sus palabras y algunos pidiendo su destitución, mientras que Benny Gantz apoyó su postura. El enfrentamiento público ocurre en medio de una llamado de Estados Unidos para que Israel presente un plan claro para la Gaza de la posguerra, en donde se subraya la necesidad de evitar una ocupación israelí o un gobierno de Hamas.
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Implicancias de la declaración de Gallant
Por un lado, la oposición del jefe de Defensa al dominio militar israelí en Gaza puede indicar un cambio en la política israelí hacia la región. Esto podría llevar a una mayor flexibilidad en las negociaciones con Palestina y a una búsqueda de soluciones más duraderas para el conflicto. Por otro lado, la declaración puede abrir la puerta a un diálogo más constructivo entre Israel y Palestina. Si Israel está dispuesto a reconsiderar su enfoque en Gaza, podría crear un ambiente más propicio para las conversaciones de paz.
Asimismo, la comunidad internacional ha respondido con interés a la declaración del jefe de Defensa israelí. Los países que han apoyado la solución de dos Estados podrían ver esta declaración como un paso hacia adelante en el proceso de paz. Paralelo a ello, las autoridades palestinas han respondido con cautela a la declaración, exigiendo acciones concretas para mejorar la situación en Gaza. Los líderes palestinos han pedido la retirada total de las fuerzas israelíes de la región y el fin del bloqueo económico.
Lamentablemente, la seguridad de Israel sigue siendo un tema clave en cualquier discusión sobre Gaza. Israel debe encontrar formas de garantizar su seguridad sin mantener un control militar directo sobre la región. Además, la situación política en Gaza es inestable, con facciones rivales luchando por el poder. Cualquier cambio en el estatus quo debe considerar la estabilidad política de la región.
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