«Hora de los héroes». Con esta frase, la Champions League encendió la previa de una semana explosiva. No es por nada. La vuelta de los cuartos de final de esta edición sigue la tradición de la competición de dejar lo mejor para el final. Por más que tres de de los cuatro envites de ida acabaron con un buen margen de distancia, aún no está todo dicho. El reloj indica que aguardan noventa minutos (o más) de mucha efervescencia.
Zozobra cero en estas instancias. Es jugársela o pegársela. Por lo tanto, en cuanto el himno de las estrellas ambiente los grandes escenarios del mejor fútbol europeo, una nueva historia se escribirá. A la par viejas narrativas, curiosidades insospechadas y datos de hemeroteca ingresan a la cuestión teniendo también su cuota de valor. Un aporte que juega con el pasado, el presente y el futuro de nuestros protagonistas.
Chelsea (0) – (2) Real Madrid: ¿paso celebre del campeón?
Poca o ninguna sorpresa hubo la anterior semana en el Santiago Bernabéu. Sin ápice de esfuerzo alguno y dejándose de llevar por vestir el parche de sus 14 Copas de Europa en la manga, el Real Madrid disfrutó su triunfo (2-0) sobre el Chelsea. Eso sí, pese a que los ingleses hicieron méritos para caer de manera mucho más estrepitosa, el campeón no dio ese golpe de gracia necesario para afrontar con mayor tranquilidad el encuentro de vuelta. Del tramite a la responsabilidad, la interrogante se encuentra en adivinar que versión de los londinenses tendrá en frente: la enclenque oncena que marcha undécimo en Premier League o el obstinado cuadro que remontó su serie al Borussia Dortmund la ronda anterior (1-0, ida; 2-0, vuelta).
Consciente siquiera de que ambos casos se den en el duelo, el ‘Rey’ entiende que debe hacer todo lo posible por hacer esa noche especial para dos de sus legendarias figuras: Benzema y Kroos. El francés disputará su partido 150 en la Champions League, siendo el quinto futbolista en alcanzar un hito que solo Casillas, Ronaldo, Messi y Xavi ostentan. Por su lado, el alemán también celebra su encuentro 150, pero en su caso en torneos UEFA -sin contar rondas previas-, uniéndose a un selecto club de 15 jugadores. Honrosas menciones para dos personajes que son íconos del campeonato de clubes más importante. A lo mejor sería ideal que festejen derrochando calidad en Stamford Bridge.
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Napoli (0) – (1) Milan: el ‘ogro’ está en casa
En el primer envite disputado en San Siro, al Napoli se le torcieron las cosas más de lo que hubiera imaginado. Y es que la caída (1-0) contra el Milan es el menor de sus problemas. La expulsión de Anguissa y la suspensión de Kim, dos piezas claves del futuro campeón de la Serie A, deja a los de Spalletti en una situación complicada. Una que inclusive va más allá de sus capacidades. Si bien el Diego Armando Maradona es un gran aliado (han ganado sus 4 partidos como local de este curso y 8 de 11 en el último lustro), enfrentar a un contrincante que expira el aura de la Copa de Europa es un reto casi insuperable. Como tal, su casta cobra peso cuando toca enfrentarse a equipos de su misma liga. Como ya demostró en el pasado.
A inicios de siglo, los milaneses se vieron envueltos en algunos choques contra otras escuadras italianas en el máximo torneo europeo de clubes. Precisamente, ante sus eternos rivales: Inter y Juventus. La Liga de Campeones 2002-03 fue la edición en la que el Milan demostró que su aureola brillaba más fuerte: se deshizo de sus vecinos en semis (1-1 global) gracias al valor de gol de visitante antes de acabar imponiéndose en penales (2-3) a la ‘Juve’ en la final. Mística pura y dura. Algo que ni sus ocho años de ausencia en las rondas eliminatorias de ausencia resienten. Es así que, tras dieciséis años de su última aparición en semis, los de Pioli se fían de su legado para vestirse de ‘verdugos’ y exudar camiseta frente a sus compatriotas napolitanos.
Bayern Münich (0) – (3) Manchester City: cuentas pendientes en Baviera
El Manchester City todavía no puede regocijarse. Por más que en la ida hayan demolido (3-0) sin piedad al Bayern Münich y hayan asombrado automáticamente al balompié mundial, esto es la Champions League. Luego de unos cuantos tragos amargos, los ‘citizens’ no están en la labor de revivir tropiezos del pasado. Bien que su cautela contra un contrincante con mantra es entendible, hay otros motivos que marcan la revancha de este flamante cruce. Uno de ellos, que no el principal, es el retorno de Guardiola a la que fue su casa por tres años. La miga de que no pudo alzarse en Europa con el soberano alemán resuena aún en las calles. De este modo, ganas de cerrar bocas no faltan. Suerte que dentro de su armada sientan lo mismo.
El principal es un Gündogan que acabó contento en el Etihad. Está por más recordar que en la final de la Liga de Campeones 2012-13, él vivió en campo la derrota (1-2) del Borussia Dortmund contra el Bayern y se las quiere cobrar con creces. Al igual que un De Bruyne que aunque sea tuvo chance de hacerle pasar un mal trago a los bávaros en la Supercopa de Alemania 2015. Cosas del fútbol, su Wolfsburgo se impuso desde los once metros (5-4) a un elenco dirigido por su actual entrenador. El mencionado certamen es, a su vez, una mancha que Haaland quiere borrar: jugó dos finales con el ‘BVB’ y perdió ambas (3-2, en 2020 y 1-3, en 2021). Para el noruego, liquidar a los muniqueses camino a disputar sus primeras semis es un gran acicate.
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Inter (2) – (0) Benfica: el Giuseppe Meazza también juega
Luego de trece años sin formar parte de los cuatro mejores equipos de Europa, el Inter tiene a tiro las puertas que abren paso al vergel celestial. A estas alturas de la temporada, aún cuesta creerlo. 5° en Serie A, a 24 puntos del líder Napoli y más de un mes sin ganar en liga, la heroica victoria (0-2) contra el Benfica devolvió a los ‘neroazzurros’ a la palestra. Revolotear al conjunto que apenas había perdido 2 partidos en todo el año (3-0 ante Sporting Braga y 1-2 contra Porto), iba invicto en 12 juegos de Champions League, y dejó atrás a Juventus y PSG no es cualquier cosa. Ante tanto escepticismo, el subcampeón italiano echó mano de pedigrí competitivo e instinto de supervivencia para dejar mitad del trabajo hecho.
Ahora le toca a la otra parte y eso invoca, este curso más que nunca, a que el Giuseppe Meazza haga lo propio. No tanto por el fuerte que ha sido para los interistas, sino por lo inexorable que le resulta al Benfica. Así ha sido desde su primera vez en este feudo, con la mencionada final de la Copa de Europa 1964-65 que perdieron (1-0) ante su actual adversario. Tras ello, le sigue una pirada caída (4-3) en la vuelta de octavos de la Copa UEFA 2003-04. Sin embargo, esta negativa racha se pone peor: las ‘águilas’ nunca han ganado en Milán. Ni siquiera al morador ‘rossonero’. Sus derrotas en esta misma ronda de la edición 1994-95 (2-0) y en la fase de grupos de la 07-08 (2-1) ante el Milan. Los compadres’ lombardos son su segunda maldición.