Guillermo Lasso, el actual presidente de Ecuador, enfrenta un juicio político en su contra. Sin embargo, en un mensaje televisado y transmitido por las redes sociales, el líder ecuatoriano rechazó esta acusación y se declaró inocente.
Con determinación, Lasso insistió en su inocencia y aseguró haber actuado siempre con recta intención. A pesar de no estar de acuerdo con la decisión de la Corte Constitucional, Lasso hizo hincapié en su respeto hacia la institución.
El presidente también denunció que la acusación en su contra, que busca su destitución, es un intento de dañar su reputación y la de su hogar. Con vehemencia, aseguró que defenderá su nombre, el de sus hijos, nietos y esposa, así como el buen nombre de su hogar.
Lasso considera que el intento de enjuiciamiento en su contra es una maniobra política desesperada y violenta por parte de algunos asambleístas que buscan el poder a cualquier costo y sin respetar los límites de la democracia.
Respecto a la acusación por peculado, el presidente la calificó de «absurda» y explicó que se le acusa de abusar de fondos públicos para su propio beneficio cuando aún no era presidente de la República. Lasso enfatizó que no existe una investigación sobre este tema en la Fiscalía y cuestionó cómo se puede acusar a alguien de un contrato de 2018 cuando no tenía ninguna relación con el mismo.
La acusación sostiene que Lasso permitió la firma de un contrato en la empresa Flopec, a pesar de saber que era lesivo para el Estado. Sin embargo, el presidente aseguró que esto no es cierto y que no existe evidencia para apoyar esta afirmación.
En última instancia, la Comisión de Fiscalización de la Asamblea deberá abordar el tema y elaborar un informe que luego será sometido a votación por el Pleno del parlamento. Para destituir al presidente se necesitan 92 votos. Mientras tanto, Lasso seguirá defendiendo su nombre y el de su hogar con determinación y firmeza.