No es algo inusual, hoy en día, ver distintos cambios sobre los escudos de los equipos de fútbol. De hecho, a lo largo de los años, un gran porcentaje de clubes ha cambiado su escudo con regularidad. Esta es una tendencia que se ha repetido en los últimos años, sobre todo en territorio europeo. Algunos de los cambios más impactantes fueron, sin duda, el de la Juventus FC – allá por 2018 – , y el del Inter de Milán.
El último equipo en sumarse a esta moda fue el Real Valladolid, equipo que jugará en Primera División a partir de agosto, así como el Valencia CF, que empleará un modelo ‘retro’ para la campaña que se aproxima.
Escudos, historia, sentimiento y los nuevos tiempos
El Real Valladolid no es el primer equipo que cambia su escudo, ni será el último. Dentro de una presentación «poco recibida», el equipo español basó y argumentó esta ‘remodelación’ en la «esencia, identificación con unos colores, una tradición, respeto a las raíces, vuelta a los orígenes y una vinculación histórica». Los comentarios de incomodidad no faltaron en las redes sociales, y es que los cambios son, a menudo, recibidos con rechazo hasta que las personas se adapten a ellos.
El Valencia no se ha quedado atrás en esta ‘moda’, pero, para el alivio de los hinchas, el cambio no será permanente. Al igual que otros clubes, el equipo ‘ché’ también ha presentado un modelo ‘retro’, el cual se utilizará únicamente en la primera equipación por toda la temporada 22/23. Este cambio tiene su causa en la celebración por los 100 años de la inauguración del estadio de Mestalla.
LEE TAMBIÉN: Tenis de mesa: Perú alberga a la elite nuevamente
Ejemplos por doquier
Así como estos dos equipos, la tendencia por cambiar – o modernizar – los escudos de fútbol – apunta a que no tendrá fin. Como todo en la vida, las cosas cambian, se modernizan y se mejoran. Este aspecto no es una excepción.
Esta moda tampoco es una casualidad. Cambiar el escudo de un equipo no es tarea fácil, pues, en la gran mayoría de ocasiones, te enfrentas a la incomodidad, molestia y ataques de la afición (como el caso del Real Valladolid). Al representar la historia, el sentimiento y demás, un cambio de escudo siempre es algo sensible, pero todos los puntos nos llevan a una conclusión: razones económicas. Todo club debe ‘modernizarse’ para poder vender, y más aun en una época competitiva como la actual.