El todo o nada definitivo por excelencia. La Champions League vuelve a cobrar nuestra atención en una semana donde se disputa la antesala previa a la gran final. Por más estelares que resultaron los partidos de ida, todavía queda un capítulo por escribir. Las chances de los cuatro contendientes siguen intactas por más distancias que marcaran los ganadores. Todos son conscientes que, en esta vuelta, puede ocurrir de todo en los 90 minutos, o más. Intrigas, dudas y adrenalina es lo que transmite la mejor competición del mundo.
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Villarreal (0) – (2) Liverpool: Klopp sabe que nada está dicho
Por más superlativa que haya sido la actuación del Liverpool en la ida, su único reproche fue que no anotó más goles. La noche en Inglaterra pudo ser fatídica para un Villarreal suprimido en todos los aspectos. No obstante, los españoles se aferran a sus escasas chances y su inacabable fe para poder dar el batacazo. Ya lo hicieron al deshacerse del Bayern Múnich , ahora, buscarán un nuevo ‘imposible’ frente a unos ingleses que son los máximos favoritos a día de hoy. Con Unai Emery en el banquillo, todo es posible para el conjunto valenciano. Y eso inquieta muchísimo a un Jürgen Klopp.
El alemán no se confía ni de la capacidad y experiencia de su colega en las rondas KO ni de la distancia marcada en la serie. Ambas situaciones ya las han vivido él y sus pupilos previamente. Recordemos cuando el Sevilla de Emery doblegó al naciente Liverpool del teutón en la final de la Europa League 2015-16. En esa ocasión, voltearon el encuentro (3-1) y certificaron su tercer título seguido. Para el recuerdo queda también la famosa remontada de los ‘reds’ contra el Barcelona en esta misma ronda hace tres temporadas: del 3-0 del Camp Nou al 4-0 en Anfield. Como aquellos antológicos partidos, Klopp sabe que nada está dicho cuando se trata de la Liga de Campeones. La Cerámica, en todo su esplendor, le espera.
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Real Madrid (3) – (4) Manchester City: la ‘vieja monarquía’, a nuevamente ejercer escudo contra la ‘nueva oligarquía’
Lo inexplicable va con la lógica del Real Madrid cuando le toca escuchar el himno de las estrellas. Verse sometido, disminuido y sobrepasado por el torrente futbolístico del Manchester City no impidió que los ‘blancos’ se regresaran coleando de vuelta a España. El campeón inglés realizó su mejor actuación del curso en Europa como para marcar más diferencia en el marcador del que acabó siendo (4-3). Casi un milagro, si no se tratará del máximo ganador de la mejor competición de clubes. Ahora, nuevamente en el Santiago Bernabéu, el ‘Rey’ tendrá que defender, una vez más, el honor y legado de la ‘vieja monarquía’ europea; tal y como ha venido haciendo durante toda esta edición.
Vencer a la ‘nueva oligarquía’ se ha vuelto una especialidad del equipo de Ancelotti. Por más tensión, sufrimiento y drama que eso ha conllevado. En los octavos de final, el trece veces campeón solo necesitó 45′ de pura jerarquía para mandar al traste la inversión del PSG este año. En los cuartos, el actual monarca continental, el Chelsea, también lo puso contra las cuerdas; sin embargo, una acción aislada los llevó a sucumbir ante los galones de la entidad madrileña y un Benzema nivel estelar. Fue un instinto de supervivencia, así las cosas, que llevó al Madrid a también salir herido, pero no muerto, del Etihad. Ahora, en su feudo, lo tiene todo para poder acceder a una final.