La salud de miles de pacientes hospitalizados por el COVID-19 en Perú puede empeorar debido al alto índice de desnutrición entre estos enfermos. Esto, reduce sus opciones de recuperación y desgasta al saturado sistema sanitario en el segundo país con más casos del COVID-19 en Latinoamérica. Actualmente, hay más de 10 mil contagiados hospitalizados, de más de 230 mil casos del COVID-19. Por ello, nuestro país presenta un colapso sanitario. Además, por la incapacidad de los pacientes con situación nutricional comprometida de superar una enfermedad que los debilita cada vez más.
“Un 75 % de los pacientes hospitalizados en el país presenta malnutrición, una cifra sumamente elevada. La desnutrición hospitalaria es una condición aguda que aumenta el riesgo de mortalidad, de infecciones, de eventos adversos, que prolonga el tiempo de estancia hospitalaria y que afecta negativamente al sistema de salud en su conjunto. los pacientes con desnutrición en cuidados intensivos necesitarán de ventiladores mecánicos hasta dos días y medio más que el resto, tienen seis veces más riesgos de infecciones y de dos a tres veces más el riesgo de muerte», detalló Guillermo Contreras, médico intensivista y jefe de cuidados críticos en dos hospitales en Lima.
Cabe recalcar que, la desnutrición es un problema crónico en Perú, tanto en niños como adultos. El 43,5 % de los niños peruanos menores de tres años y el 21,1 % de las mujeres adultas sufren anemia, según la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES), con datos de 2018. Por otro lado, las elevadas tasas de anemia se mantienen casi sin variaciones desde 2011, a pesar del robusto crecimiento económico peruano, y son mayores a las de algunas naciones latinoamericanas más pobres
“Uno de los factores que complica la situación es la poca cantidad de unidades de soporte nutricional (médicos, enfermeras y especialistas en nutrición dedicados a mejorar la ingesta de los pacientes) en los hospitales, no más de 20 en todo Perú, donde se cuentan unos 500 centros de salud. Hay pocas en los hospitales y menos aún en las áreas de cuidados críticos», explicó Contreras.
Cabe detallar que, al menos la mitad de los equipos de nutrición se concentran en Lima donde vive un tercio de los 33 millones de habitantes de Perú. Esto, ocasiona que la situación en la provincia sea más delicada y rigurosa de combatir.
El nutricionista Brian Mariños, del hospital Alberto Sabogal de Lima, recalcó que el porcentaje de pacientes con déficit nutricional se elevará a medida que avance la pandemia por el COVID-19.»Tenemos pacientes que llegan a hospitalización con baja ingesta de alimentos, asociado a las dificultades respiratorias, cambios o pérdida de olfato y gusto, o anorexia», remarcó. Esto pone al paciente en posibilidad de otras complicaciones», adjudicó Mariños.
«Todo el mundo quiere una vacuna, pero poco se habla del estado nutricional o inmunológico. Se buscan vacunas, medicinas o antibióticos, pero poco se habla de las defensas del organismo. Y se ha descuidado la nutrición de los enfermos», recalcó el médico Juan Carlos Plácido, presidente de la Asociación Peruana de Terapia Nutricional (ASTEPEN).
Según ASTEPEN, un paciente con COVID-19 que presente desnutrición aguda en dos o cuatro días consume la pobre reserva nutricional que tiene». Asimismo, hay pacientes obesos con menos masa muscular, menos reservas proteicas, que pierden peso rápidamente y es perjudicial para su salud.