Los familiares de los difuntos del paro agrario llegaron hasta las instalaciones del Congreso de la República para pedir justicia. A casi un año de los acontecimientos sucedidos en la zona sur y norte del país, estas personas reclaman que la justicia ha brillado por su ausencia. Por esas razones, buscan ser escuchados por los congresistas y autoridades con la confianza de que sus pérdidas no queden en impunidad ni olvido.
El motivo del paro agrario
Los trabajadores del sector agroindustrial iniciaron una intensa protesta, en diciembre del 2020, que se visibilizó a partir del bloqueo de caminos y de la Panamericana Sur. Su reclamo era bastante claro, pues exigían mejores condiciones laborales y, especialmente, la derogación de la Ley de Promoción Agraria, ya que alegaban que dicha normativa no les permitía gozar de sus derechos laborales. Fue así que una problemática social entre el empresariado dedicado al rubro agrario y sus trabajadores salía a la luz para captar la atención de un sector de la ciudadanía.
Hasta entonces, si bien se sabía que en el Perú no había dejado de existir la explotación laboral, pocos conocían realmente cómo eran estas condiciones aún vigentes en tiempos modernos. El testimonio de primera mano de la trabajadora Geraldine Martínez aclaraba mejor la situación:
«Me levanto a las 3:00 de la mañana para entrar a trabajar a las 5: 00 a.m. Me explotan por más de 8 horas por 36 soles sin comida y sin agua, eso no es justo. Todos los fundos y caporales son explotadores, nadie se siente cómodo»
En esta fecha, también se pronunció el gerente general de la empresa Agrícola Safco Perú S.A., Benjamín Cillóniz Guerrero, quien optó por señalar que el paro no era más que un acto similar al terrorismo de los 80. Asimismo, precisó que había una «falta de comprensión en la ley agraria».
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Retroceso en el tiempo: origen de los reclamos
La Ley de Promoción del Sector Agrario nos remonta al gobierno del expresidente Alberto Fujimori, quien promulgó la Ley N.°27360 y fue promovida por el entonces ministro de Agricultura, José Chlimper. Esta normativa tenía como objetivo priorizar la inversión y el desarrollo del sector agrario, por eso su principal contenido fue el siguiente:
- La remuneración de los trabajadores sería un mínimo de S/ 16 por un trabajo no menor de 4 horas.
- El goce de vacaciones consistiría en 15 días por año laboral o fracción.
- La vigencia de la ley sería hasta el 31 de diciembre de 2010.
- Las empresas aportarían al Seguro de Salud un 4% de la remuneración.
Esta ley que tendría vigencia hasta el 2010 pudo tener un periodo más largo de vida, ya que fue prorrogada en dos ocasiones. La primera fue Alejandro Toledo, quien extendió la normativa hasta el 31 de diciembre del 2021 y la segunda fue Martín Vizcarra, quien a través de un decreto de urgencia N.°043-2019 alargó su validez hasta el 31 de diciembre de 2031 con los siguientes cambios:
- La remuneración de los trabajadores pasaría a un mínimo de S/ 39.19 por un trabajo no menor de 4 horas.
- El descanso vacacional cambiaría a 30 días por año laboral o fracción.
- Las empresas aportarían al Seguro de Salud un 6% de la remuneración, pero con progresivos cambios: un 7% a partir del 2025, un 8% desde el 2027 y un 9% a partir del 2029.
Pese a las modificaciones previas, los trabajadores del sector económico denunciaban que aún seguían en condiciones laborales insuficientes. La realidad es que su jornada diaria sobrepasaba las 8 horas como para tener un salario de S/ 39.19.
El otro problema: las famosas «services«
Lo que se conoce como «services» también influye en el trato que reciben los trabajadores en el ámbito laboral. Algunas empresas prefieren usar esta modalidad para así conseguir mano de obra. Se dificulta que los derechos laborales de los trabajadores sean respetados en su totalidad, ya que la empresa no negocia con los trabajadores de forma directa, sino que adquiere mano de obra por medio de un service.
En su momento, el gobernador de Ica, Javier Gallegos, alegó que esta modalidad servía para no respetar el salario mínimo de los trabajadores de S/ 39.19, por ende existía un abuso por parte de las empresas. «Las services efectivamente hacen un convenio con las empresas agroexportadoras. Es más probable que cobren este sueldo y a los trabajadores les paguen la mitad: S/ 20 o S/ 15, lo cual no es justificable», afirmó.
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Resultados lamentables del paro agrario
A partir de las protestas en Ica y la Libertad por la problemática explicada en esta nota, el Congreso de la República derogó la Ley N.°27360 con 114 votos a favor; dejando sin efecto el Decreto de Urgencia promulgado por Martín Vizcarra. Luego de mesas de diálogo y con el objetivo de cambiar la situación del régimen agrario, el expresidente Francisco Sagasti promulgó una nueva ley agraria que fue aprobada previamente por el Congreso de la República.
La Ley N.°3110 titulada Ley del régimen laboral agrario y de incentivos para el sector agrario y riego, agroexportador y agroindustrial presenta los siguientes puntos:
- La jornada diaria no excederá las 8 horas diarias.
- La remuneración de los trabajadores pasó a no ser menor de la Remuneración Mínima Vital (RMV)
- Las horas extras de trabajo deberán ser pagadas.
- Se ordena respetar condiciones dignas y seguras (alimentación, movilización, atención de emergencias, etc.)
- Queda prohibido el trabajo infantil y provee espacios de lactación para sus trabajadoras.
Esta nueva ley es la que actualmente está vigente y también ha buscado reforzar la labor de la Sunafil. Pese a ello, no se puede pasar por alto que el paro dejó personas heridas, pero también fallecidos. Entre los que perdieron la vida se encuentra un adolescente que no estaba participando de las protestas, un joven de 20 años de edad de nombre Jorge Muñoz Jiménez, un trabajador reconocido como Reynaldo Reyes Ulloa, entre otros. En el caso del segundo joven se halló que el motivo de su descenso fue el proyectil de plomo en su cabeza disparado por un arma de fuego que pertenecía al suboficial de la PNP, Ángel Hoyos. Hasta el momento no hay una pena sobre los responsables, por eso sus familiares dan un grito para hallar justicia.