Estados Unidos (EE.UU.) levantará las restricciones para el ingreso al país el 1 de noviembre. Dichas medidas fueron impuestas por Donald Trump en marzo del 2020 y afectaban en gran medida a visitantes europeos. No obstante, el Gobierno solicitará pruebas a los ingresantes de estar «completamente vacunados» contra la COVID-19.
El concepto «completamente vacunado» todavía es discutido. Sin embargo, el país indicó que el concepto hace referencia a la inoculación de determinadas vacunas en el visitante. En este caso, son las aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para uso de emergencia:
- Pfizer/BioNtech: aprobada por la OMS el 31 de diciembre de 2020.
- Janssen (perteneciente a Johnson & Johnson): aprobada el 12 de marzo de 2021.
- Moderna: aprobada el 30 de abril de 2021.
- Sinopharm: aprobada el 7 de mayo de 2021.
- Sinovac-Coronavac: aprobada el 1 de junio de 2021
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Las vacunas desaprobadas
Una de las medicinas rechazadas es la rusa Sputnik V. Pese a su continua inyección a nivel internacional, la OMS aún la desaprueba. Recientemente, la organización suspendió su proceso de aprobación debido al incumplimiento de ciertos estándares de fabricación.
«El proceso para el listado de uso de emergencia del Sputnik V se suspendió porque mientras inspeccionaban una de las plantas donde se fabricaba la vacuna, encontraron que la planta no estaba de acuerdo con las mejores prácticas de fabricación»
Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de Salud.
De acuerdo a la Asociación de Operadores Turísticos de Rusia (ATOR) la desaprobación provocó una alta demanda de viajes para recibir vacunas extranjeras. Ello también se debe a la desconfianza de los efectos de Sputnik V y de las otros tres medicamentos rusos tampoco aprobados por la OMS. Hasta hace meses, aún se reportaban centros de vacunación vacíos.
Las otras inyecciones desaprobadas son las cubanas Abdalá y Soberana. Ambas, ya están siendo aplicadas a toda la población de la isla. Sin embargo, continúa en la búsqueda de la aprobación internacional.
Por último, ni la OMS ni la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA) han aprobado la vacuna Noravax. El medicamento aún no es aplicado en ningún país.
Estados Unidos donará 500 millones de dosis
A la par de las nuevas medidas, el Gobierno decidió realizar una nueva donación a países de escasos recursos. De tal forma, la suma de vacunas donadas para 2022 se eleva a 1100 millones.
«Estados Unidos se convertirá en el arsenal de vacunas como fuimos el arsenal de la democracia en la Segunda Guerra Mundial»
Joe Biden, presidente de EE.UU.
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Asimismo, el mandatario instó a los países desarrollados a realizar donaciones a los países más necesitados. También, insistió en la importancia de donar en lugar de vender los medicamentos.
Según la institución OurWorldinData por lo menos el 43.9% de la población mundial ha recibido por lo menos una dosis contra la COVID-19. Gran parte de las vacunaciones, se deben a las 160 millones de dosis donadas por el gigante americano.
FDA aprobó la tercera dosis de Pfizer
La medida fue aprobada para la población mayor de 65 años, personas con alto riesgo de enfermedad grave y trabajadores altamente expuestos a contagio. Transcurridos seis meses después de la segunda inyección, los ciudadanos disponibles podrán recibir la tercera dosis.
La decisión fue obstaculizada por el continuo debate entre los Centros para el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y la FDA. Pese a que las previas dosis continúan ofreciendo una fuerte protección contra la gravedad de los síntomas y la muerte, los casos evidencian más infecciones de grado menor conforme disminuye la inmunidad. No obstante, hace unos horas la CDC finalmente recomendó el refuerzo de Pfizer.
La OMS aún rechaza la aplicación de una tercera dosis mientras hay poblaciones en países de escasos recursos que aún carecen de la primera dosis. No obstante, la postura internacional no fue impedimento para la medida sanitaria.