Dos semanas después de la segunda vuelta electoral, aún no hay un claro ganador de la contienda. Tanto autoridades, como medios de comunicación e incluso personalidades de la política extranjera, han contribuido a dilatar el proceso. La estrategia mediante la cual ambos bandos defienden su accionar consiste en mantener un poco acertado, o más bien mal intencionado, discurso a través del cual afirman representar a la mitad de la población total de peruanos.
Esta falacia de poder, haya un débil sustento en los resultados al 100% de la ONPE respecto a la segunda vuelta, en donde se aprecia cómo ambos candidatos se reparten aproximadamente el 50% de los votos válidos. A pesar de su aparente coherencia, este postulado dista mucho de la realidad y representa poco o nada al verdadero sentir de los peruanos. La verdad es que sea quien se imponga en el resultado final, tendrá más detractores que partidarios.
Resultados en la primera vuelta electoral
Para exponer mejor esta falacia de representación, es necesario retroceder al último 11 de abril. Aquel día, Perú Libre y Fuerza Popular se impusieron a otras 16 agrupaciones políticas con el 19 y 13 por ciento de los votos válidos, aproximadamente.
Como se puede apreciar en el gráfico, ninguno de los candidatos estuvo ni siquiera cerca de obtener el 50% de los votos. Pedro Castillo, siendo el mejor posicionado, logró apenas el 19% de los votos válidos, muy lejos de si quiera acercarse a conquistar a un cuarto de la población electoral total. En otras palabras, para más del 50% de los electores en la primera vuelta, ni Keiko Fujimori ni Pedro Castillo, representaron la mejor opción.
La cifras reales del respaldo a Castillo y Fujimori
Ahora, si nos concentramos en los resultados del 6 de junio, donde las opciones quedaron reducidas a dos candidatos, es necesario tomar en consideración otro factor clave: el ausentismo. Según las cifras de la ONPE, se registró un 25% como la tasa de ausentismo en la segunda vuelta. Si incluimos esta cifra dentro del 100% de electores hábiles, los porcentajes de votos válidos obtenidos por ambos candidatos disminuye considerablemente, y terminan alejándose del proclamado 50%.
El porcentaje de representación más bajo de los últimos años.
De esta manera, considerando los porcentajes de votos según el total de electores hábiles, no resulta certero afirmar que ambos candidatos se dividen el soporte del 50% de la población. Tanto si se confirmase la victoria de Pedro Castillo con 34.94%, como si se llegara a revertir el resultado a favor de Keiko Fujimori con el 34.77% hasta el momento, estaríamos haciéndole frente a la representación más baja de los últimos 30 años.
Elaboración Propia de El Gobierno I Fuente: El Comercio