Tras haberse definido y programado el nuevo Child Tax Credit,
para este año en pandemia, en Washington ha empezado a sonar con fuerza la iniciativa para promover un cuarto estímulo económico de pago directo. Si bien el Presidente Biden empezó su mandato con un estímulo que fue aprobado rápidamente por el Congreso, también ha dado lugar a debatir sobre si impulsar un cuarto estímulo sería perjudicial o precavido para el último trimestre del 2021.
Más iniciativas económicas al paquete COVID-19
Recapitulando las medidas aprobadas para combatir la pandemia, que forman parte de la Ley del Plan de Rescate Estadounidense, o también llamada “Paquete de Estímulo COVID-19” o “Plan de Rescate Estadounidense”, tenemos a la fecha:
- La extensión de los beneficios expandidos de desempleo
- El pago directo de $1400
- Incrementar el presupuesto del Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria en un 15 %
- La reciente expansión del Child tax credit
- El aumento de tres tipos de impuestos a grandes corporaciones e individuos acaudalados
- Subsidios a pequeños negocios focalizados por rubro
- $ 350 mil millones para ayudar a los gobiernos estatales, locales y tribales a superar los déficits presupuestarios y mitigar el impacto fiscal
- Entre otros
Durante este periodo el Child Tax Credit aumentó de $ 2000 a $ 3000 por hijo menor a 16 años, y a $ 3600 por hijo menor a 6 años. En caso los impuestos de las familias sean menores al monto que se les asigna, este crédito es reembolsable a sus bolsillos.
Iniciativa de estímulos de precaución o desfavorecedores
Si bien este paquete de estímulo fue aprobado rápidamente, las críticas de los republicanos incluso del ex-economista jefe de Obama (Larry Summers), han especulado que dicho plan podría disparar presiones inflacionarias de un nivel no visto en una generación (con implicancias sobre el valor del dólar y la estabilidad financiera) y que se acumularía demasiada deuda.
Janet Yellen en su momento reforzó la percepción anterior con relación a este estímulo, tal y como se ha venido haciendo a la fecha. A pesar de las críticas, declaró que el riesgo principal de la economía era que esta demore en recuperarse. Además, indicó que el plan puede generar suficiente crecimiento como para restaurar el empleo completo para el 2022.
El IRS a la fecha ha emitido 167 millones de pago directos, y otros 1.8 millones de personas han accedido la semana pasada a los cheques de $ 1400. Pero pese a estos esfuerzos existen legisladores que están presionando por un cuarto estímulo que envíe pagos recurrentes hasta que termine la pandemia.
A la fecha, cada adulto elegible ha recibido $ 3200 como respuesta del gobierno general a la crisis económica causada por el COVID-19: $ 1200 a través de la Ley de Seguridad Económica y Ayuda al Coronavirus en marzo del 2020; $ 600 en una medida de alivio de diciembre; y $ 1400 del Plan de Rescate Estadounidense firmado en marzo por el Presidente Joe Biden.
Nos importa el HOY y el MAÑANA
A pesar de todo esto, 4 de cada 10 estadounidenses dicen que sus ingresos permanecen por debajo de los niveles pro-pandemia, según una encuesta de TransUnion. Esto puede ir de la mano con que las personas que han recibido las tres rondas de pagos de estímulo dijeron estar usando estos para pagar sus deudas o guardar el dinero en ahorros, según un análisis del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Esto como respuesta a las deudas en las que se incurrieron por la pandemia, así como para crear un fondo de emergencia en caso de otra conmoción.
Aún así, muchas personas dijeron que planeaban gastar sus fondos de estímulo en lo básico: los costos de alimentos y vivienda. Estos se citaron como los dos usos principales del tercer cheque de estímulo después de los ahorros, según una encuesta de febrero de Bloomberg / Morning Consult.
¿Qué hay detrás de este cuarto impulso según los expertos?
Algunos importantes economistas han pedido más ayuda directa para los estadounidenses. Más de 150 economistas, incluido el ex economista de la administración Obama -Jason Furman-, firmaron una carta el año pasado que abogaba por «pagos de estímulo directo recurrentes, hasta que la economía se recupere”. Estos pagos a la fecha es lo que estaría sonando en Washington como un cuarto estímulo de $ 2000 mensuales, lo cual sería más razonable si fuesen repartidos entre los meses proyectados desde aquí hasta que el 80 % de la población este vacunada.
En paralelo, se espera un rebote en la economía conforme se van aumentando las tasas de vacunación contra el COVID-19. El CEO de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, en su última carta anual a los accionistas, declaró que un auge económico podría durar hasta el 2023.
«Con un exceso de ahorro, nuevos ahorros de estímulo, un enorme gasto deficitario, más flexibilización cuantitativa por parte de la Reserva Federal, un nuevo proyecto de ley de infraestructura potencial, una vacuna exitosa y euforia hacia el final de la pandemia, es probable que la economía de EE. UU. aumente. Este auge fácilmente podría llegar hasta 2023 porque todo el gasto podría extenderse hasta bien entrado el 2023 «, escribió Dimon en la carta del 7 de abril.
Últimas reflexiones
En conclusión, estas presiones a la salida de un cuarto estímulo económico están basadas en temporalidades ya previstas como la baja en el consumo de bienes y servicios básicos, y las perspectivas de recuperación cumplen los parámetros preestablecidos. Eso podría disminuir la razón de ofrecer más ayuda directa, especialmente si la tasa de desempleo se recupera y más trabajadores salen de la banca para finales del año o comienzos del 2022.
En caso de ser diferente, un nuevo pago directo a inicios del 2022 podría ser contraproducente, queda en los especialistas encontrar más variables relevantes para determinar si es justificable un cuarto estímulo o si sigue dentro de lo esperado y no es necesario.