El reconocido politólogo Steven Levitsky fue entrevistado el pasado viernes 23 por Jaime Chincha en RPP Noticias. Recordemos que en las elecciones del año 2011, el autor del libro How democracies dies (Cómo mueren las democracias), se hizo conocido por la frase: «Sobre Ollanta hay dudas, sobre Keiko hay pruebas». Esta vez reformuló las mismas palabras, pero con el apellido del candidato cajamarquino: «De Castillo tengo aún más dudas y de Keiko tenemos aún más pruebas», sostuvo en vivo.
Los vínculos entre el líder de Perú Libre y figuras del socialismo del siglo XXI como Evo Morales, se hicieron eco en los medios luego de la primera vuelta presidencial. En tales circunstancias, surgió la duda de si un proyecto de este estilo podría estar gestándose en el Perú. Para el profesor de la Universidad de Harvard no hay duda de que Castillo tiene —o ha tenido— ideas radicales, antisistema y un proyecto no muy claro de reformar la Constitución. Sin embargo, enfatizó que «el hecho de que Morales esté con Castillo, no significa necesariamente la muerte de la democracia».
En la misma línea, el académico cree que el candidato del lápiz sería «más débil que un presidente Chávez, Correa o Morales». «No tiene un partido fuerte, no va a ser muy popular, la economía está muy mal y parece que los militares no estarían con él (…) Sin esos elementos, dudo francamente que podría concretar un proyecto bolivariano», señaló.
Frente a su pronóstico, se le cuestionó sobre la viabilidad de las promesas del secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón, en un escenario de crisis representativa. Ante ello, Levitsky puso sobre la mesa dos interrogantes: primero, cuánta influencia tendría Cerrón en el gobierno de Castillo y segundo, las posibilidades que tendría de quedarse en el poder. «Una cosa es hablar de quedarse en el poder y otra poder hacerlo. Como dije antes, me parece que como están las cosas hoy en día, Pedro Castillo no tendría, aunque quisiera, el poder de imponerse y quedarse en el poder», reiteró.
Respecto del apoyo que ha recibido Keiko Fujimori por parte de confesos liberales como Mario Vargas Llosa, el politólogo asegura no estar sorprendido; sin embargo, admite que no es una decisión que él tomaría. «Creo que el fujimorismo sigue siendo muy peligroso para la democracia y a diferencia de Castillo, Fujmorí sí tendría el poder para concretar algunas ambiciones autoritarias», dijo.
Steven Levitsky considera que la candidata por Fuerza Popular tendría más facilidad en construir una mayoría en el Congreso y en recibir apoyos por parte de los sectores del poder del país como el empresariado y los medios de comunicación. En contraste, las posibilidades de Castillo se tornan más inciertas debido a la amplia oposición de estos mismos grupos. «Castillo, para bien o para mal, no va a poder hacer mucho», insistió.
Con todo, el autor de «La ley y la trampa en América Latina», estima que es difícil determinar qué haría Castillo en una situación de poder con amplio control político de la oposición, ya que no tiene antecedentes de gobierno. «Es una situación de altísima incertidumbre. Repito, creo que ni él sabe qué va a hacer», señaló. Pese a las polémicas declaraciones del sindicalista sobre la constitución de una asamblea constituyente, Levitsky sostuvo que «si hace eso, es posible que termine en la calle o en la cárcel. (…) Él tiene que pensar. Una cosa es decir esas cosas cuando estás en 2 % en las encuestas, pero otra es decirlo cuando eres presidente de la República. (…) Es posible que sí termine siendo súper radical, pero sería una estrategia muy arriesgada que podría terminar destruyendo su presidencia, y lo haróa acabar en la cárcel».
Asimismo, el doctor en Ciencias Políticas se pronunció sobre el rechazo hacia Keiko Fujimori, a la cual califica como «la reina de la impopularidad de Perú», razón por la cual estaría perdiendo ante Perú Libre. «Castillo no es un político muy popular, no tiene la mayoría con él, pero según DATUM le gana por 15 puntos porque Keiko Fujimori no es querida, es mucho menos popular que en 2011 o 2016 y esto se debe, primero, a la acusación que tiene y [segundo] al comportamiento del fujimorismo en el Congreso», manifestó.
«Tuvo la oportunidad de ayudar a gobernar el país en cierto sentido y fue muy irresponsable en su uso del poder. Intentó básicamente tumbar al gobierno; la gente lo sabe y terminó siendo mucho menos popular que hace cinco años. La gran paradoja es que ha sido derrotada políticamente: ganó un 40 % en la primera vuelta de 2016 y un 11 % de los votos emitidos de 2021, pero terminó en la segunda vuelta», afirma.
Finalmente, el especialista en política latinoamericana no considera que al terrible contexto pandémico se le sume necesariamente un escenario entre el socialismo del siglo XXI y el fujimorismo de los 90’s. «Lamentablemente los dos candidatos en la segunda vuelta no están comprometidos con la democracia, pero elegir un gobierno no comprometido con la democracia, aunque sea malo, no es el fin. En la sociedad los medios tienen un papel, las organizaciones de la sociedad civil y los chicos que pueden manifestarse en la calle. La sociedad no tiene que aceptar pasivamente el gobierno. Si hay abusos en el poder, si hay jugadas autoritarias, sean por la izquierda o por la derecha, la sociedad puede responder. Así que no estamos condenados todavía a nada», fueron sus palabras finales en RPP.