La crisis económica y la pérdida de empleos son dos de los principales problemas que tendrá que solucionar el próximo gobierno. Los planes de los hoy postulantes a la Presidencia de la República dan una serie de propuestas para enfrentar esta problemática. Sin embargo, es necesario preguntarse si estas son aplicables. Esto buscó responder el «CADEx: ¿Qué tan viables son las propuestas de gobierno?», organizado por IPAE Asociación Empresarial.
La evaluación de los planes de gobierno estuvo a cargo de Paola del Carpio Ponce, coordinadora de Investigación en la Red de Estudios para el Desarrollo, y David Tuesta, director de PinBox Solutions para Latinoamérica y exministro de Economía. La sesión fue conducida por Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE).
El evento se inició con un preocupante diagnóstico: si bien la recuperación económica del país ya se ha iniciado -ya que en diciembre de 2020 se registró un crecimiento del PBI del 0,5% de acuerdo al INEI-, esta no ha repercutido aún en el empleo a nivel nacional, pues 2,5 millones de personas dejaron de tener un empleo adecuado desde el inicio de la pandemia; el subempleo aumentó en 300 mil personas y hay un millón de desocupados en el país hoy.
Los especialistas coincidieron en que lamentablemente las soluciones planteadas a este problema por los planes de gobierno no son las más adecuadas. En primer lugar, todos los candidatos hablan de reducir la informalidad, pero no tienen una hoja de ruta adecuada para lograrlo. “En general, hay un enfoque en crear empleo en las pequeñas y medianas empresas y también en fomentar la creación de más de ellas. Sin embargo, se trata de estructuras empresariales de muy baja productividad. De lo que deberíamos estar hablando es de hacerlas crecer y de generar mayor empleo en las organizaciones que ya han demostrado ser productivas”, recalcó Paola del Carpio, quien recordó que el 2% de las empresas más grandes del país generan el 64% del empleo formal.
Por su parte, Tuesta opinó que todos los planes de gobierno magnifican en exceso el rol que puede cumplir el Estado para solucionar los problemas de generación de empleo. En esa línea, consideró inadecuadas las propuestas de varios partidos de generar empleo temporal a través de obras o inversión públicas, pues este tipo de políticas no genera empleo digno a largo plazo.
“Se debieron enfocar en el rol que debería tener el sector privado. Pensando más en los 100 días, debió haberse enfocado en plantear un régimen de empleo temporal, que permita la facilidad de contratación en el sector privado. Y que se amplíe lo que sea necesario”, comentó Tuesta. Así, recomendó que el Estado asuma, por ejemplo, parte de los aportes de la CTS y EsSalud, reduciendo así los costes de contratación para las empresas.
Respecto a la sostenibilidad fiscal de las propuestas, el conductor Diego Macera planteó una modificación a la forma en que los partidos presentan sus propuestas de gobierno ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). “Los planes de gobierno deberían tener, como requisito del JNE, un mini análisis de equilibrio fiscal, que puede ser simple y rudimentario, pero que obligue a que con cada propuesta se estime cuánto va a costar. Al final se suma todo eso y se detalla cómo se financiará. Puede ser algo simple, pero serviría para imprimir un poco de responsabilidad fiscal a los partidos políticos”.
Además, Macera criticó propuestas como la creación de nuevos ministerios, cuya implementación y gasto corriente inicial puede ascender a 30 o 40 millones de soles, incluso antes de pensar en la financiación de los programas que tendrá a su cargo. De igual manera, consideró inviables la asignación de porcentajes fijos del PBI a sectores específicos como Salud o Educación
Como puntos positivos en los planes, los especialistas resaltaron el fortalecimiento de la SUNAT, para reducir la evasión de impuestos, la simplificación tributaria y, de manera cauta, la reevaluación de algunas exoneraciones tributarias. Aunque estas últimas deben ser analizadas cuidadosamente en cada caso particular.
Finalmente, tanto Del Carpio como Tuesta coincidieron en que no se ha dado la importancia debida en los planes de gobierno al crecimiento económico, base indispensable de cualquier política pública y reforma que intente realizar el próximo gobierno: “Hay un ninguneo al crecimiento. Sabemos que este no es suficiente para alcanzar un país próspero y justo para sus ciudadanos, pero es muy necesario. Sin crecimiento y estabilidad macro -que aún no hemos perdido- lo demás van a ser solo buenas intenciones, incluso si los planes de gobierno fueran todos brillantes”, finalizó Del Carpio.