Un día como hoy, en el 2015, Ricardo Gareca fue presentado como el nuevo entrenador de la Selección Peruana de Fútbol. En el Diario El Gobierno, repasaremos los principales momentos del «Tigre» bajo el mando de nuestro país.
El primer examen
Se disputaba la Copa América en Chile. Compartíamos grupo con Venezuela, Colombia y Brasil. Nuestro debut fue precisamente contra el país carioca. Lo curioso fue la inclusión en el 11 inicial de Christian Cueva. Tras un paso discreto por la filial del Rayo Vallecano, el jugador regresó a Perú para vestir la casaca de Alianza Lima, y pese a sus buenas actuaciones en el torneo local, su inclusión en la lista de viajeros era muy cuestionada.
Gareca confió en él, y en el minuto 3 del primer tiempo, «Aladdino» se encargó de retribuir la confianza del entrenador marcando el primer gol. Esto fue una constante del profe: llenar de confianza a jugadores que quizá no estaban tan bien considerados por la afición. Era un visionario.
En dicha Copa América obtuvimos el tercer lugar tras derrotar a Paraguay. De igual manera, Paolo Guerrero recibió el premio al goleador del certamen.
Cambio generacional
Un partido que va a quedar en la memoria de toda la hinchada peruana es el Perú-Venezuela en el Nacional. No precisamente por el resultado, sino por lo que sucedió en el minuto 59. Perdíamos 2-0, y Gareca llama del banco a Raúl Ruidíaz y a Edison Flores. Los que salieron por ellos fueron nadie más que Claudio Pizarro y Jefferson Farfán.
Al «Tigre» no le tembló la mano para sacar a dos referentes y poner «carne joven» en el asador. Muchos señalan que ese fue el momento en donde se vio el cambio generacional que caracteriza el proceso del entrenador argentino, y que en la actualidad viene siendo una constante. El partido lo terminamos empatando 2 a 2, y uno de los tantos lo anotó Ruidíaz.
Goleada en Asunción
Partido redondo. Perú cambió el «albi» por el «blanquirrojo», con el que inundó aquella noche a todo el estadio Defensores del Chaco, que fue testigo del 4-1 que le propiciamos a Paraguay en su propia casa. Esa vez, fue la primera vez que ganamos en tierras guaraníes, y donde muchos empezaron a soñar con Rusia.
Gloria a Perú en las alturas
Veníamos de dos victorias consecutivas por eliminatorias, y cada vez el objetivo estaba más cerca. El partido era vital para mantenernos en carrera. Muchos cuestionaban la titularidad de Cáceda. Contra Bolivia tuvo un grosero error que significó el descuento del conjunto altiplánico. Nuevamente, la confianza del profe para el jugador. Titular en el arco para buscar el primer triunfo en la altura de Quito.
Lo demás fue historia. Todos recordamos el remate de fuera del área del «Oreja», así como la corrida de Hurtado hacia la tribuna peruana luego de anotar el segundo gol. Dos apuntes más. Wilder Cartagena y Anderson Santamaría hicieron su debut en uno de los partidos más trascendentales del país. Reitero, la confianza de Gareca. La historia no pudo terminar mejor que con un: «Gloria a Perú en las alturas» que salió de la garganta del gran Daniel Peredo.
36 años más tarde
Quizá la noche más recordada para muchos. Clasificamos por el pie de Farfán y el de Ramos, pero también por el cerebro de Gareca. Toda una campaña de altos y bajos daba su fruto, y cambiábamos 36 largos años de espera por el último boleto que nos llevaba a Rusia. El sueño se convirtió en realidad.
Todo aquel peruano que tuvo el honor de decir presente aquella noche en el Nacional, así como ocasionar un sismo de escala 1 de Richter en el gol de Jefferson, jamás se olvidará de aquel entrenador que apostó por una nueva generación de futbolistas peruanos y los potenció. Logrando devolverle la esencia a nuestro fútbol en base a un buen colectivo.
Expedición rusa
Si bien es cierto, no tuvimos un buen mundial, no podemos negar que todos nos emocionamos. No solo por escuchar nuestro himno nacional, sino también por la cara que mostró Perú. Dejamos en claro que ya no éramos más aquel país con el que cualquiera quería enfrentarse, sino, un rival complicado y con un muy buen juego.
Contra Dinamarca la pelota simplemente no quiso entrar. Francia nos ganó por la mínima y contra Australia expulsamos ese grito de gol que había estado atascado en nuestras gargantas por 36 años. La vida permitió que aquel argentino que con su anotación nos dejó fuera de México 86, sea el mismo que nos hizo dejar una muy buena imagen en Rusia 2018.
Subcampeones de América
La Copa América 2019 no empezó de la mejor manera. Clasificamos por ser el mejor tercero. El partido más recordado de la fase de grupos fue el fatídico 5-0 contra Brasil. ¿Cómo levantar a un plantel luego de un resultado así? Pregúntenle al comando técnico encabezado por Gareca. Parece tener la solución, ya que el siguiente partido terminamos ganándole a Uruguay y pasando a semifinales. Pedro Gallese, aquel que había recibido cinco goles días atrás, se lució con atajadas tanto en los 90 minutos, como tapándole el penal a Luis Suárez en la etapa de definición.
El siguiente rival era al que todos le queríamos ganar: Chile. No nos conformamos con uno, sino fueron tres los goles que le anotamos al conjunto «mapochino», en el partido que nos dio el pase a la final. Perú se había recuperado de aquella adversidad que pasó a ser tan solo un mal recuerdo.
Lamentablemente, la final no terminó de la manera esperada para nosotros. Obtuvimos el segundo lugar de la copa. Tal como en Rusia, Perú mostró seguir siendo ese equipo aguerrido, que sabe sobreponerse ante las situaciones negativas y relucir su mejor juego para poder salir adelante.
Hoy en día, la mente está puesta en obtener los seis puntos en esta fecha doble. Cada vez se le va a exigir más al equipo. Ya nos acostumbramos a ser protagonistas y pelear hasta el final. Ya no somos más esa selección que se contentaba con un empate. Tenemos hambre de gloria. Por todo eso y muchas cosas más, solo queda decir: ¡Gracias Gareca!