El Ministerio de Defensa de Taiwán denunció que el ejército chino estableció sin previo aviso una zona de entrenamiento con fuego real a unos 74 kilómetros de la costa suroeste de la isla. Así, se calificó la acción como una provocación y una amenaza a la seguridad marítima internacional.
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Las maniobras militares
En un comunicado, el Ministerio de Defensa taiwanés informó que, desde las 9 a. m. del miércoles (8 p. m. del martes, hora del este), detectó 32 aviones militares chinos en la zona, de los cuales 22 volaron cerca del norte y suroeste de la isla. Estos se encontraban realizando patrullas de combate en conjunto con buques de guerra.
Las maniobras involucraron una variedad de aviones militares, incluyendo cazas J-11, aviones de alerta temprana KJ-500 y drones. Veintidós de estos aviones cruzaron la línea media del Estrecho de Taiwán, ingresando en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) taiwanesa.
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Condenan las actividades de China
El ministerio condenó enérgicamente a China por designar unilateralmente un área de maniobras a 40 millas náuticas de Kaohsiung y Pingtung, sin advertencia previa, bajo el pretexto de ejercicios de fuego real. Kaohsiung, el puerto más grande y concurrido de Taiwán, es un punto estratégico para el comercio de la isla. Hasta el momento, Pekín no ha respondido a las acusaciones de Taipéi. En una conferencia de prensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China se negó a comentar y argumentó que no era un asunto diplomático.
Como se sabe, el gigante asiático, gobernado por el Partido Comunista, reclama Taiwán como parte de su territorio. Ello a pesar de nunca haber ejercido control sobre la isla, y ha intensificado la presión militar, diplomática y económica bajo el liderazgo de Xi Jinping. El Ministerio de Defensa de Taiwán también advirtió que China notificó la zona de maniobras a través de transmisiones de radio temporales. Ello representa un riesgo significativo para la navegación y la aviación internacionales.
Además, señaló que recientes actividades militares chinas, como los ejercicios de fuego real cerca de Australia, reflejan que Pekín es la mayor amenaza para la estabilidad en el estrecho de Taiwán y el Indo-Pacífico.
Los movimientos del gigante asiático
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La semana pasada, la Marina china realizó ejercicios de fuego real en aguas entre Australia y Nueva Zelanda. Esta situación obligó a desviar varios vuelos y generó preocupación en ambos países. Si bien las maniobras no violaron el derecho internacional, las autoridades australianas señalaron que se enteraron del ejercicio a través de una alerta de un piloto comercial. Esto sugiere que China podría haber emitido una notificación con mayor antelación. Pekín rechazó las críticas, asegurando que había informado con anticipación y acusando a Australia de exagerar la situación.
En medio de estas tensiones, China acusó a Taiwán de manipulación política respecto al daño del cable submarino. Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán de China, afirmó que las autoridades del Partido Democrático Progresista (PDP) de Taiwán estaban exagerando el incidente con fines políticos. El barco sospechoso de haber causado el daño, de bandera de Togo y con una tripulación de ocho ciudadanos chinos, había estado merodeando en la zona desde el sábado por la noche. Luego, lanzó anclas poco antes de que se detectara la desconexión del cable, según la guardia costera taiwanesa.
Las autoridades de Taiwán no descartaron la posibilidad de que se trate de una «operación de zona gris», una táctica coercitiva que no llega a ser un acto de guerra. En los últimos años, varios cables submarinos de telecomunicaciones cercanos a Taiwán han sufrido daños sospechosos. Ello ha generado inquietud sobre la posibilidad de que la conectividad de la isla se vea afectada en caso de un bloqueo o invasión china.