El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que el proceso de paz que su Gobierno mantenía con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha llegado a su fin. Ello debido a un ataque que dejó 2 soldados fallecidos y 26 heridos en el departamento de Arauca.
El Ejército colombiano informó a través de su cuenta de X sobre el ataque, el cual involucró explosivos lanzados contra una base militar en Puerto Jordán. Así, lo calificó como una «acción terrorista» perpetrada por una facción del ELN. El Ejército también señaló que brindará apoyo a las familias de los soldados fallecidos y confirmó que los heridos están recibiendo atención médica.
Petro, durante una ceremonia, se refirió al incidente esa misma noche. «Las acciones y el curso de la historia nos traen hoy un hecho dramático, repetido en los últimos años», comentó. «Este ataque prácticamente pone fin a un proceso de paz, marcado por la violencia y es como un ciclo eterno: silenciar a parte del pueblo y continuar en guerras, matándonos entre nosotros como si esa fuera nuestra historia», añadió en referencia a lo sucedido.
Contexto del Proceso de Paz
El proceso de paz con el ELN se inició en el contexto de un país que ha enfrentado décadas de conflicto armado. Desde la firma del acuerdo de paz con las FARC en 2016, el gobierno colombiano ha buscado establecer diálogos con el ELN, la última guerrilla activa en el país. Las negociaciones comenzaron formalmente bajo la administración de Petro, quien asumió el cargo en agosto de 2022. A lo largo de este tiempo, se alcanzaron ciertos acuerdos, como un cese al fuego bilateral que fue considerado el más largo pactado con el ELN. Sin embargo, este expiró sin renovación en agosto de 2024.
A pesar de ello, las conversaciones han estado marcadas por tensiones y desacuerdos. El ELN había exigido su exclusión de la lista de grupos terroristas y la suspensión de diálogos regionales con otros actores armados. Estas demandas complicaron aún más las negociaciones y llevaron a un estancamiento en el proceso. El ataque en Puerto Jordán se conoció la mañana de este martes, cuando la Octava División del Ejército informó que cilindros explosivos habían sido arrojados desde un vehículo hacia la base.
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Futuro incierto
Con el cierre del proceso de paz, el futuro de las negociaciones entre el gobierno colombiano y el ELN queda en un limbo incierto. La posibilidad de reanudar los diálogos parece remota, especialmente dado el clima actual de desconfianza y hostilidad. Las acciones violentas del ELN han puesto a prueba la voluntad del gobierno para buscar soluciones pacíficas y han exacerbado las tensiones sociales en varias regiones del país.
Asimismo, la decisión de cerrar el proceso de paz ha generado diversas reacciones tanto a nivel nacional como internacional. Funcionarios del gobierno han respaldado la postura de Petro, argumentando que no se puede continuar negociando mientras persista la violencia. El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, enfatizó que el ELN ha perdido una oportunidad histórica para alcanzar un acuerdo pacífico.
En este contexto, es crucial observar cómo se desarrollarán los acontecimientos en los próximos meses. La respuesta del gobierno ante los ataques y su estrategia para abordar la violencia armada serán determinantes para la seguridad nacional y la posibilidad de futuras negociaciones.